Una feligresa en una liturgia en la Catedral de la Resurrección de Cristo, en Kyiv el 26 de enero, el día en que el papa llamó a oración por la paz en Ucrania. Foto: Valentyn Ogirenko, Reuters/CNS
ROMA (CNS) -- El arzobispo Sviatoslav Shevchuk de Kyiv-Halych, Ucrania, arzobispo mayor de la Iglesia católica ucraniana, sabe que su pueblo está asustado. "La gente está abrumada por un gran miedo, y esto es normal frente a tal peligro", ya que Rusia continúa desplegando tropas a lo largo de su frontera con Ucrania, mientras que Estados Unidos y otros países de la OTAN notifican tropas para un posible despliegue, le dijo el arzobispo a Catholic News Service el 25 de enero. Al mismo tiempo, indicó el arzobispo, "como cristianos, tenemos la esperanza de la victoria del bien sobre el mal. Oramos especialmente por aquellos que quieren hacer daño a nuestro pueblo, para que el Señor desvíe sus malas intenciones y los guíe por el camino de la paz." El arzobispo, sus fieles, y todos los ucranianos, acotó, están agradecidos con el papa Francisco por establecer el 26 de enero como un día de oración por la paz en Ucrania y por sus oraciones constantes para que terminen los combates que comenzaron en 2014 en el este de Ucrania entre los separatistas, respaldados por Rusia, y el ejército ucraniano. "Está más claro que nunca que la guerra en Ucrania no es solo una guerra contra Ucrania y, por lo tanto, no es solo un problema para los ucranianos", señaló el arzobispo Shevchuk. "Es obvio que, hoy, Europa se enfrenta a la peor crisis de seguridad en décadas", y el papa "se da cuenta de lo dramáticos que pueden ser los escenarios posibles para todo el continente europeo". "Responderemos al llamado del Santo Padre, creyendo que la oración es más fuerte que cualquier arma", sostuvo el arzobispo.