Internacional

Un médico venezolano que sanaba a los pobres espera la beatificación

Por Manuel Rueda (CNS)
miércoles, julio 1, 2020

Imagen cerca de la iglesia en Caracas, Venezuela donde reposan los restos de José Gregorio Hernández. Foto: Manaure Quintero, Reuters/CNS

BOGOTÁ, Colombia (CNS) -- El doctor José Gregorio Hernández fue muy bien conocido por su atención gratuita a cientos de pacientes pobres, y porque pasó los últimos años de su vida ayudando a venezolanos a combatir la enfermedad durante la pandemia de la gripe española de 1918.

La causa de beatificación del doctor venezolano, un paso antes de la canonización o reconocimiento de santidad, ha sido aprobada.

“Es una figura que une a todos los venezolanos sin distinción de raza, religión o afiliación política”, dijo el padre Gerardino Barachini de la iglesia de La Candelaria en Caracas. “Y yo estoy convencido de que esto va a traer para Venezuela un renacimiento espiritual”.

Hernández nació en una aldea remota de la cordillera de los Andes, pero llegó hasta la capital del país para estudiar medicina en un momento en que los hospitales eran escasos y los médicos viajaban en carros de caballo.  

Poco después de graduarse de la escuela de medicina en 1888, Hernández recibió una beca para estudiar en París, donde se especializó en bacteriología y anatomía patológica. Después de regresar a Venezuela se convirtió en profesor de universidad y fundó el primer laboratorio de bacteriología del país.

 “Era un científico excelente”, dijo el doctor Leopoldo Briceño, presidente de la Academia Venezolana de Medicina. “Pero también un humanista. El hacía visitas a domicilios y no le cobraba al que no tenía con qué pagar. Incluso iba a la farmacia y les comparaba las medicinas”.

Cuando un dictador cerró la principal universidad de la nación en 1908, Hernández fundó, con varios colegas, una universidad privada, enfrentándose así al establecimiento político.

Hernández murió en Caracas en 1919; fue atropellado por un automóvil al salir de la casa de un paciente. Después de su muerte miles de venezolanos empezaron a rezarle pidiendo la salud.  

Nunca se documentaron apropiadamente sus milagros, pero en 2019, la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano empezó a estudiar cuidadosamente uno de ellos.

Ocurrió en 2017, cuando una niña recibió un disparo en la cabeza durante un robo. Los doctores dijeron que había perdido tejido cerebral y que no se esperaba que volviera a caminar o a hablar bien. Pero la niña se recuperó completamente a las pocas semanas después de una operación que le salvó la vida. Durante ese tiempo, su mamá había orado a Hernández para que intercediera por su hija.

 

 

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