El papa Francisco llega el 18 de febrero al centro de conferencia y retiro de los Padres Paulinos en Ariccia, un pueblo a 20 millas aproximadamente al sureste de Roma. El papa y miembros sénior de la Curia Romana tuvieron su retiro cuaresmal anual del 18 al 23 de febrero. Foto CNS/Vatican Media
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Quejarse fuertemente o presumir del ayuno durante la Cuaresma y tratar mal a los demás no es lo que Dios quiere, dijo el papa Francisco. “¿Mi ayuno sirve para ayudar a los demás? Si no, es fingido, es incoherente y te lleva por la senda de la doble vida: aparento ser cristiano, justo como los fariseos, como los saduceos, pero por dentro no lo soy”, él dijo durante la homilía de su misa matutina del 16 de febrero en la Casa Santa Marta. El Papa predicó sobre la primera lectura del día, tomada del profeta Isaías, que condena las maneras falsas en que los fieles estaban ayunando durante un día de penitencia y las maneras que son “aceptables para el Señor”. Los católicos que ayunan y presumen a viva voz sobre sus actos penitenciales están en un engaño y “maquillando” la virtud, dijo. Si la gente puede o no ayunar completamente, él dijo, lo que importa es ser humilde, alegre y sincero ayudando a los demás. El verdadero ayuno cuaresmal llama a la gente a reflexionar sobre sus pecados, a sentir vergüenza y suplicar el perdón de Dios, añadió. En la lectura del día Dios le pide a la gente liberar al oprimido, darle albergue y compartir con los hambrientos y los indigentes, dijo el Papa. Esto incluye tratar a todos en la vida de uno -criados, empleados, ayudantes- con respeto. “¿Cómo las tratas, como personas o como esclavas? ¿Les pagas lo justo? ¿Les das vacaciones?”, preguntó. El papa Francisco dijo que las personas deben orar por la gracia de ser consistentes en lo que creen y hacen y vivir la Cuaresma con “un poco de hambre” y mucha oración.