Peregrinos hacen una parada en el Metropolitan Correctional Center y oran por los migrantes detenidos, durante la posada por la reforma migratoria de 2022. Foto: Karen Callaway/Católico
ORACIÓN DE APERTURA Dios amoroso y compasivo, nos has bendecido con el don glorioso de una familia humana diversa. Abre nuestros corazones y los corazones de toda la humanidad para honrar Tu presencia sagrada dentro de todos y cada uno. Profundiza nuestra comprensión de que los pobres y los marginados tienen un derecho privilegiado sobre las conciencias y los dones de los creyentes y la conciencia moral del estado. Acepta nuestras oraciones por todos los inmigrantes y refugiados a lo largo del mundo. Te lo pedimos por Jesucristo, Nuestro Hermano y Señor. Amén. ORACIONES Creador del arco iris del pacto que refleja la hermosa diversidad de la humanidad, guía a las naciones del mundo a honrar esa diversidad con justicia y paz duradera. Llena a todos los líderes de sabiduría y compasión, para que puedan honrar los postulados de nuestros principios fundadores, en la búsqueda de equilibrar la seguridad de nuestros ciudadanos con Tu profundo deseo de que nosotros extendamos esa red de seguridad y protección a aquellos que buscan la misma seguridad y protección que con frecuencia damos por sentadas. Dios compasivo, en tu misericordia. Respuesta: Escucha nuestra oración. Salvador del mundo, como guiaste a tu pueblo de la esclavitud a la verdadera libertad, guía y dirige a esta nación en los caminos de la justicia y la paz modelando lo que significa amarte con todo nuestro corazón, alma y mente, y a amar a nuestros prójimos como tú nos amas. Dios compasivo, en tu misericordia. Respuesta: Escucha nuestra oración. Abogado de los perdidos y los cansados, nuestros hermanos y hermanas inmigrantes anhelan seguridad, dignidad y una oportunidad de prosperar. Ayúdanos a dar la bienvenida a cada hijo, hija, madre y padre, cada familia sagrada que busca seguridad en nuestra patria. Dios compasivo, en tu misericordia. Respuesta: Escucha nuestra oración. LAMENTOS Señor, para ti, un día es como mil años, Y mil años no son más que un día. El viaje de 15 años para la inclusión plena de nuestras hermanas y hermanos inmigrantes Ha parecido para ellos y para nosotros que abogamos con ellos, como mil años de decepción, mil años de pérdida, mil años de injusticia, mil años de esperanza aun sin cumplir. Nos volvemos hacia ti y clamamos, “¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?” Nuestras decepciones son innumerables. Promesas sin cumplir, Esperanzas levantadas y defraudadas En las orillas del Rio Grande y Las arenas bañadas de sudor del Golfo de México Nos volvemos hacia ti y clamamos, “¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?” La pérdida de vida, el potencial humano sin cumplir, esperanzas y sueños frustrados, nos persiguen… Vidas haitianas, vidas mexicanas, vidas centroamericanas, vidas asiáticas, vidas afganas, vidas africanas, y más. Innumerables amenazas que los impulsan a huir, solo para ser rechazados por la promesa vacía de una dama de la libertad silenciosa. Nos volvemos hacia ti y clamamos, “¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?” Apatía, indiferencia, odio desgarrando a espíritus frágiles, Veinte generaciones de desprecio por la dignidad y santidad de vidas morenas, vidas negras, vidas indígenas, vidas asiáticas, personas de color vs. mentes y corazones blanqueados. Nos volvemos hacia ti y clamamos, “¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?” Las promesas sin cumplir de un presidente, Corazones elevados, corazones rotos; espíritus animados, espíritus ahogados. Que el elegido, el ordenado, el pueblo abriera sus corazones … Esperamos, esperamos, oh, Señor, la esperanza vacilante y desvaneciéndose, ¿Dónde está la Luz del Mundo? Confiamos en tu promesa, Señor, Sin embargo, todavía clamamos, “¿Hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?” Cumple el anhelo de tu pueblo, Señor Abre nuestros corazones, fortalece nuestra voluntad, Fórmanos, moldéanos, refínanos para ser Tus instrumentos De educación, defensa y acompañamiento ¡Que se promulguen leyes para permitir que todos nuestros hermanos y hermanas inmigrantes sean aceptados plenamente, libres para vivir y prosperar en la tierra! Que con una fe inquebrantable, un amor que todo lo incluye, y una esperanza ilimitada podamos cantar, “¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está tu aguijón? Porque lo que provoca la muerte es el pecado y lo que da fuerza al pecado es la ley. ¡Demos gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo!” 1 Cor 15:55–57 ORACIÓN PARA EL LLAMADO A LA ACCIÓN DEL CONGRESO La oración nos conecta con el Espíritu de Dios. La oración nos une como una unidad con el Creador de todas las cosas. La oración no cambia a Dios, pero cambia a quienes, con toda sinceridad, ofrecen esas oraciones con confianza en Dios y apertura para ser participantes activos en la respuesta a la que Dios responde. Que estas oraciones nos empoderen a nosotros y a otras personas de buena voluntad, Que animen y alienten a nuestras hermanas y hermanos inmigrantes, honrando su sueño: cumpliendo un día en un futuro muy cercano el sueño de Dios, nuestro sueño, para ellos. 1. Que el Congreso promulgue una reforma migratoria compasiva e integral de nuestro sistema y leyes de inmigración disfuncionales, reforma que incluirá un camino a la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados. 2. Que el Congreso tome todas las acciones necesarias para poner fin a los Protocolos de Protección a Migrantes y los reemplace con un enfoque que respete la dignidad humana, ejemplifique nuestros valores nacionales, defienda el estado de derecho y acepte el llamado de Cristo a dar la bienvenida al recién llegado. 3. Que el Congreso ponga fin al Título 42 como mecanismo de control de la migración mientras restablece el derecho al asilo en la frontera sur de Estados Unidos. 4. Que el Congreso promulgue un programa de reasentamiento de refugiados más sólido y que los refugiados encuentren oportunidades de reasentamiento que den vida, y respeten su dignidad otorgada por Dios. 5. Que el Congreso promulgue un fin de la detención de migrantes generalizada, en vez de dar prioridad a las alternativas a la detención. 6. Que los líderes del mundo proactivamente aborden las causas de raíz de la migración de tal manera que los niños, hombres y mujeres no se vean forzados a migrar de su tierra natal. 7. Que los legisladores, líderes religiosos y otras personas influyentes puedan reconocer y reverenciar las bendiciones de la diversidad, la solidaridad y la apertura para aceptar los dones de todo el Pueblo de Dios que, mientras enfrenta los desafíos diarios de la discriminación y el miedo a la deportación, viven en la esperanza de la resurrección. 8. Que las personas de nuestra nación puedan abrir sus corazones para encontrar las alegrías de ofrecer una compasión radical, una misericordia desbordante y un amor incondicional a aquellos que Dios aprecia como los más pequeños, sin embargo los más grandes, entre nosotros. ORACIÓN DE CIERRE Dios de toda fidelidad, profundiza nuestra fidelidad, fortalece nuestra esperanza y llena nuestros corazones con un amor extravagante por la diversidad de la familia humana. Ayúdanos, en todas las formas que desees, para ser conductos de tu amor, compasión y misericordia que dan vida. Haznos aún más Tu pueblo de Promesa, Tu pueblo de amor, misericordia y justicia, Tu pueblo comprometido a crear un mundo más justo y lleno de esperanza. Te lo pedimos por Nuestro Señor, Jesucristo, Tu Hijo, Nuestro Hermano y Salvador, Que vive y reina contigo en la unidad de Tu Espíritu Santo, Un solo Dios, por los siglos de los siglos. Amén. Preparado por Sacerdotes por la Justicia para los Inmigrantes (PJI, por sus siglas en inglés) y Hermanas y Hermanos de Inmigrantes (SBI, por sus siglas en inglés). Para recibir más información comuníquese con Elena Segura en [email protected] o al 312.534.5333.