Con gran alegría, doy la bienvenida a las miles de personas que representan a más de 80 naciones que se reunirán en Chicago, del 13 al 18 de agosto, para el Parlamento de las Religiones del Mundo. Mi primera experiencia con el parlamento se produjo cuando viajé a Toronto para pronunciar un discurso plenario en la convocatoria de 2018. Allí vi de primera mano la diversidad y vitalidad encontrada en esta la más grande reunión mundial dedicada a cultivar la armonía entre las comunidades religiosas y espirituales del mundo. El tema de este año “Un llamado a la conciencia: defendiendo la libertad y los derechos humanos”, insta a los participantes a defender la libertad y los derechos humanos de todos, especialmente los más necesitados. Arraigado en las diversas creencias y prácticas encontradas entre las tradiciones religiosas y comunidades espirituales del mundo, los asistentes explorarán maneras de lograr un mundo más justo, pacífico y sostenible. Sabiendo que es vital que la Iglesia católica permanezca involucrada en estas conversaciones de principios por el bien de nuestra comunidad y el mundo, agradezco la oportunidad de participar en estas discusiones como parte de una sesión plenaria a invitación del liderazgo del Parlamento. En su encíclica de 2020, Fratelli tutti, el papa Francisco enseña que “Las distintas religiones, a partir de la valoración de cada persona humana como criatura llamada a ser hijo o hija de Dios, ofrecen un aporte valioso para la construcción de la fraternidad y para la defensa de la justicia en la sociedad. El diálogo entre personas de distintas religiones no se hace meramente por diplomacia, amabilidad o tolerancia. Como enseñaron los Obispos de India, ‘el objetivo del diálogo es establecer amistad, paz, armonía y compartir valores y experiencias morales y espirituales en un espíritu de verdad y amor’” (271). La próxima convocatoria del parlamento es una oportunidad para vivir la enseñanza del Santo Padre de que una parte central de nuestra identidad como católicos implica construir una amistad entre miembros de diferentes tradiciones religiosas. Al compartir valores espirituales y éticos, llegamos a conocernos unos a otros. Esta comprensión nos prepara para abordar juntos los desafíos sociales y morales que enfrentamos en un mundo cada vez más secularizado. El “instrumentum laboris” (documento de trabajo) para el sínodo que se reúne en Roma este octubre se basa en este sentimiento cuando afirma que “Una Iglesia sinodal está llamada a practicar la cultura del encuentro y el diálogo con los creyentes de otras religiones y con las culturas y sociedades en las cuales se inserta, pero sobre todo entre las múltiples diferencias que atraviesan a la Iglesia misma” (25). Al encontrarse con miembros de muchas comunidades religiosas y espirituales distintas en el parlamento, los participantes católicos pueden comprender y experimentar mejor la forma sinodal de diálogo a través de las diferencias, bien sea culturales, sociales o religiosas. Además, los católicos locales encontrarán a católicos de África, Asia, Europa, Oceanía y Sudamérica, permitiéndoles experimentar de primera mano la rica diversidad que conforma la comunión católica mundial. El parlamento es una oportunidad única para que los católicos en Chicago participen en el llamado del papa Francisco a crecer hacia una Iglesia más sinodal. Con sede en Chicago, el parlamento se ha asociado por mucho tiempo con la arquidiócesis para apoyar las metas del diálogo interreligioso, y la arquidiócesis estará bien representada en el parlamento. Por favor consideren visitar el puesto arquidiocesano en la sala de exposiciones, así como también el “salón católico” dedicado a la hospitalidad para los asistentes católicos y cualquier otra persona que desee visitar para conversar o para tener un momento de tranquila reflexión. Una misa especial en el sitio se está organizando para la fiesta de la Asunción el 15 de agosto. El 17 de agosto, líderes cristianos locales se reunirán para firmar conjuntamente una declaración afirmando nuestro llamado a cuidar nuestro planeta. Teólogos expertos, líderes espirituales, artistas y practicantes de la Iglesia católica y cada una de las tradiciones religiosas encontradas en el parlamento dirigirán cientos de presentaciones, talleres, exhibiciones de arte, presentaciones musicales y películas, ofreciendo nuevas ideas y oportunidades educativas. Por estas razones y muchas más, los invito a considerar asistir al Parlamento de las Religiones del Mundo cuando regresa a su lugar de nacimiento en Chicago. Participar los ayudará a aumentar la comprensión de los valores y prácticas que guían a los miembros de otras tradiciones religiosas, mientras les da un entendimiento mucho más amplio y profundo de la Iglesia católica mundial. Quizás lo más importante, les ofrecerá una oportunidad para crecer en su propia fe y comprensión mientras comparten con otros lo que significa ser un discípulo cristiano católico en un mundo cambiante y extraordinariamente diverso.