Nacimiento hecho por Alfredo Rodríguez, de Texas. De la exposición de más de cien nacimientos de todo el mundo en Loyola University Museum of Art, en el invierno de 2007. Foto: Karen Callaway/Católico
Estimados amigos en Cristo: Una bendecida Navidad para ustedes y todos sus seres queridos. Una de mis obras de arte favoritas, Adoración del Niño Jesús de Andrea della Robbia, se encuentra en el Art Institute de Chicago. María y los ángeles miran al Niño Jesús con asombro. Esta hermosa obra de arte capta un momento profundo de calma y serenidad mientras proclama la llegada del Príncipe de la Paz entre nosotros. La Navidad es la invitación de Dios a entrar en esa escena de della Robbia, particularmente en este momento en el que nuestro mundo turbulento sufre guerras, polarización política, enfermedades mortales, desastres climáticos, y muchas otras luchas. En medio de todos estos problemas, nosotros también estamos invitados a mantener nuestra mirada fija en el niño Jesús, y descubrir una vez más las esperanzas y los sueños que Dios tiene para nuestro mundo. El papa Francisco sabe que necesitamos esta esperanza ahora más que nunca. Él nos ha invitado a ser Peregrinos de la Esperanza, tema del Año de Jubileo, que comenzamos el domingo después de Navidad. La esperanza no es sólo optimismo. El optimismo se refiere al mañana, pero la esperanza se refiere al hoy, que experimentamos en nuestras oraciones, al volver a los sacramentos, al recibir y ofrecer perdón, hoy. Esta es una esperanza que no defraudará, y no nos será quitada, porque el amor mismo que Dios tiene por nosotros ha sido derramado en nuestros corazones. En esta temporada santa, que cada uno de nosotros ore y se acerque al Señor que se ha acercado a nosotros. Saque esperanza del Príncipe de la Paz recién nacido. Sea un peregrino de esperanza para los demás. Quiero que sepan que los recuerdo a ustedes y a todos sus seres queridos en la oración y en la Mesa del Señor, mientras doy gracias a Dios por muchos dones. Por favor oren por mí y los unos por los otros.