Un empleado se prepara para suministrar la vacuna el 23 de diciembre de 2020 en St. Anthony Hospital. Foto: Karen Callaway/Católico
Para leer este artículo en inglés por favor haga clic aquí Durante la semana del 15 de febrero, la Arquidiócesis de Chicago, en asociación con los sistemas de escuelas de Agudath Israel de Illinois y del Sínodo de la Iglesia Luterana de Missouri, lanzó un plan de vacunación contra COVID-19 para todos los empleados en los tres sistemas escolares basados en la fe. “Creamos esta alianza de Loyola, Agudath Israel —los sistemas de escuelas basados en la fe para las comunidades judías ortodoxas— con los luteranos y nosotros mismos y presentamos a la ciudad y al condado solicitudes para que tomen en cuenta a nuestro personal escolar de 6,150 en esos tres sistemas y ellos estuvieron de acuerdo”, señaló Justin Lombardo, director en jefe de Recursos Humanos de la arquidiócesis y líder del Equipo de Trabajo de COVID-19. Los maestros y el personal de las escuelas están incluidos en el despliegue de las vacunas 1B en Illinois, que son los trabajadores esenciales y de primera línea, dijo Lombardo. A través del plan, el personal escolar recibirá un correo electrónico de Loyola o la escuela Joan Dachs Bais Yaakov sobre cómo hacer una cita. Para inscribirse, el personal debe usar un correo electrónico arquidiocesano, explicó Lombardo. Un cierto número de citas será emitido semanalmente. “Comprendemos que llevará semanas implementar esto para los maestros”, dijo Lombardo. “Lo que es importante para nosotros como sistemas escolares basados en la fe es que creemos en la distribución equitativa de las vacunas a todas las personas y comunidades que están en la categoría 1B. Pero también, tenemos que reconocer y ser conscientes de que hay poblaciones vulnerables por origen étnico, raza, edad, así como condiciones médicas que también necesitan ser atendidas con esta estrategia de vacunas, así que va a llevar semanas para que todos obtengan sus dosis”. Lombardo continuó instando a la paciencia, porque la rapidez con la que el personal escolar reciba la vacuna depende de cuántas vacunas sean asignadas al estado. En la medida en que más poblaciones puedan recibir la vacuna, al personal a lo largo de la arquidiócesis se le otorgará hasta cuatro horas libres para recibir cada dosis de la vacuna, mencionó Lombardo. “Vamos a ayudar tanto como podamos”, dijo Lombardo. “No podemos garantizar un marco de tiempo para todos, pero tener este sistema dedicado compuesto y con la asistencia y cooperación completa de nuestros socios basados en la fe, creemos que hemos creado una estructura que servirá muy bien a nuestros maestros y otro personal escolar para recibir la vacuna”. Roni Facen, directora y CEO de la escuela secundaria St. Francis de Sales, en 10155 S. Ewing Ave., dijo que el plan de la arquidiócesis le da tranquilidad a sus maestros y personal. “No puedes hacer este trabajo en una burbuja”, señaló. “Requiere el trabajo de todos, y por lo tanto el que la arquidiócesis se comunique y diga tenemos esta opción para ustedes a través de Loyola, a través de estos hospitales de la comunidad, es enorme. Mis familias y mis maestros se sienten como que ‘está bien, hay un camino claro para recibir la vacuna y para hacerlo rápidamente’”. También ayuda a tranquilizar a las familias de los estudiantes. “Todos nuestros niños califican para almuerzo gratuito y reducido, así que están viviendo, la mayoría de las veces, en un hogar multigeneracional, por lo que hay muchas preocupaciones de que los niños lleven cosas a la casa a los abuelos mayores”, dijo Facen. Muchos de sus maestros y personal son mayores, así que son más vulnerables al virus. Algunos viven en Indiana, y aproximadamente la mitad del personal ya ha recibido la primera inyección de la vacuna allí, mencionó. “Pone a nuestros maestros en un muy buen estado mental. Se sienten protegidos. Se sienten más seguros de que pueden hacer el trabajo que están haciendo”, dijo.