El Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Des Plaines se ha convertido en un vital centro del catolicismo hispano en Estados Unidos, no solo por su capacidad de convocar alrededor de cien mil personas cada 12 de diciembre, sino porque peregrinos del Medio Oeste e incluso de Canadá han encontrado aquí un destino donde “pagar mandas” y expresar su devoción a la Virgen de Guadalupe. El 21 de abril de este año, el Santuario festejó la inauguración de su capilla de San José, una importante y necesaria adición. La capilla, creada en lo que fue un gimnasio en el campus de la Academia Maryville, tiene capacidad para 1,100 asientos en un espacio abierto y ventilado con iluminación y audio de alta tecnología, dijo a Católico el padre Esequiel Sánchez, rector del santuario. Las liturgias pueden ser transmitidas en vivo desde cualquier parte del mundo, o vistas después. Anteriormente, las misas eran en el gimnasio, pero esto era insuficiente. “Nosotros tenemos 10,000 personas en un fin de semana”, agregó el padre Sánchez. Localizado en 1170 North River Road, en Des Plaines, el Santuario ha atraído a millones de personas como un lugar de peregrinación desde sus humildes comienzos. En 1997, monseñor Esteban Martínez, de la Basílica de la Virgen de Guadalupe en México, bendijo los terrenos y vertió tierra del Tepeyac de México, en el Nuevo Tepeyac de Estados Unidos, el cual fue autorizado por la basílica para ser un sitio para cumplir mandas (o promesas) a la Virgen. En 2013, el cardenal Francis George, OMI, lo decretó como santuario.