Internacional

Milagros atribuidos a los beatos Pablo VI y a Oscar Romero abren el camino para la santidad

Por Carol Glatz
miércoles, marzo 7, 2018

El papa Francisco ha despejado el camino para las canonizaciones de los beatos Pablo VI y Oscar Romero. Fotos: Archivos CNS/Octavio Durán.

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) – El papa Francisco ha despejado el camino para las canonizaciones de los beatos Pablo VI y Oscar Romero.

En una reunión el 6 de marzo con el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el papa Francisco firmó formalmente el decreto que reconoce el milagro necesario para avanzar la causa de santidad del arzobispo Romero de San Salvador, mártir.

El embajador de El Salvador ante la Santa Sede, Manuel Roberto López, dijo a Catholic News Service el 7 de marzo que la noticia de la aprobación del Papa “nos tomó por sorpresa”.  

“Anteriormente nos dijeron que el proceso iba bien y que todo lo que necesitábamos era la aprobación del milagro, y resulta que el Papa lo aprobó ayer”, señaló.

López dijo a CNS que estaba feliz que la canonización del beato Oscar Romero era inminente y que su santidad era reconocida junto a uno de los primeros que lo apoyó.

“Ver que va a ser canonizado junto con el (beato) Pablo VI, quien fue un gran amigo del arzobispo Romero y apoyó su trabajo, es una gran bendición”, comentó López.

El Vaticano no anunció una fecha para la canonización del beato Romero.

El papa Francisco firmó decretos para las causas de 13 hombres y mujeres, entre ellos un papa, un arzobispo, dos jóvenes laicas y un grupo de sacerdotes y monjas.

Reconoció un milagro atribuido al beato Pablo, quien, según el cardenal Pietro Parolin, secretario de estado del Vaticano, será declarado santo a finales de octubre al final del Sínodo de los Obispos sobre jóvenes y discernimiento. El beato Pablo, cuyo nombre de nacimiento es Giovanni Battista Montini, fue papa de 1963 a 1978.

El Papa también reconoció los milagros necesarios para la canonización de: el padre Francesco Spinelli de Italia, fundador de las Hermanas Adoratrices del Santísimo Sacramento; el padre Vincenzo Romano de Italia; y la madre Maria Katharina Kasper, fundadora de la congregación religiosa, las Pobres Siervas de Jesucristo.

Reconoció el milagro necesario para la beatificación de María Felicia Guggiari Echeverria, una Carmelita Descalza de Paraguay quien el papa Francisco ha mantenido como un modelo para la juventud de Paraguay. Llamada afectivamente “Chiquitunga”, murió de una enfermedad inesperada en 1959 a la edad de 34 años antes de que pudiera tomar sus votos finales.

El Papa también reconoció el martirio de una mujer laica de 16 años de Slovakia. Anna Kolesarova, quien vivió de 1928 a 1944 en el pueblo de Pavlovce en el Este, fue asesinada durante la ocupación de Slovakia por el ejército soviético en la Segunda Guerra Mundial después de rechazar favores sexuales a un soldado ruso.

En causas que apenas comienzan su camino hacia la santidad, el Papa firmó decretos reconociendo las virtudes heroicas del padre redentorista polaco Bernard Lubienski, quien ingresó a la congregación en Inglaterra y luego regresó a Polonia a refundar allí a los Redentoristas en el siglo XX, y Sandra Sabattini, una joven laica italiana que era activa en la ayuda a los pobres con la comunidad del papa Juan XXIII. Ella fue golpeada por un carro y falleció en 1984 a la edad de 22 años.

El papa también reconoció las virtudes heroicas de Antonio Pietro Cortinovis de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos (1885-1984) y tres mujeres italianas: dos que fundaron órdenes religiosas y una mujer laica que fundó una fraternidad laica.

 

Junno Arocho Esteves en Roma también contribuyó a esta historia.

 

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