El Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, en Des Plaines, se transforma anualmente en un corazón vibrante de fe y devoción con las multitudes que llegan rendir honores a la Virgen Morena. Este año, la festividad, que tuvo lugar los días 11 y 12 de diciembre, dejó una huella imborrable en la comunidad, reafirmando la conexión espiritual entre los fieles y la virgencita.

Las celebraciones en honor a Nuestra Señora de Guadalupe comenzaron oficialmente el lunes 11 de diciembre con la solemne misa de apertura a las 8 p.m. Debido a la naturaleza especial de la ocasión, al inicio de la misa se llevó a cabo una pequeña ceremonia de bendición para la recién reconstruida Capilla de la Resurrección, simbolizando así un renacimiento espiritual para la comunidad. El obispo Jeffrey Grob presidió la solemne misa de apertura.

La festividad, en honor a la Patrona de las Américas atrajo a cientos de miles de peregrinos del área de Chicago y más allá. Desde las primeras horas del día 11, los fieles comenzaron a llegar a pie, en bicicleta, en autobús o en automóvil, manifestando así su devoción y cumpliendo “mandas” o promesas a Nuestra Señora de Guadalupe.

Durante el día 11, a medida que la tarde se desplegaba, los rostros de los devotos reflejaban una mezcla de fervor espiritual y emoción contenida mientras se dirigían hacia el santuario. Algunos llevaban trajes tradicionales adornados, destacando la diversidad de la comunidad y recordando la rica herencia cultural que se celebra en ese día. Otros, con lágrimas en los ojos, compartían historias de milagros y agradecimientos a la Virgen Morena.

Las largas filas de personas esperando su turno para acercarse a la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe se extendían por el santuario. La paciencia y la reverencia eran evidentes en cada rostro, mientras los peregrinos avanzaban con paso solemne y corazones llenos de gratitud. Cada encuentro con la imagen sagrada era un momento íntimo y personal, donde los devotos compartían sus alegrías, pesares y expresiones de amor.

A medida que la noche avanzaba, el santuario se llenó con una mezcla armoniosa de música, bailes y oraciones. Las luces parpadeantes de las velas iluminaban los rostros de la comunidad reunida, creando un ambiente mágico y espiritual.

La mañana del 12 de diciembre, día principal de la celebración, amaneció con un sol radiante y una atmósfera cargada de anticipación. La plaza del santuario se llenó con una multitud diversa de personas, todas unidas por el deseo común de rendir homenaje a la Virgen de Guadalupe. Colores brillantes de trajes tradicionales mexicanos, como el vibrante manto de la Virgen, se mezclaban con la profusión de flores que adornaban el cerrito.

En este año conmemorativo, el Santuario celebró su décimo aniversario como un lugar formalmente establecido dentro de la Arquidiócesis de Chicago, según el decreto emitido en enero de 2013 por el cardenal Francis George, O.M.I., anterior arzobispo de Chicago. El 10 de junio de 2023, el cardenal Blase Cupich, arzobispo de Chicago, y el cardenal Carlos Aguiar Retes, arzobispo de la Ciudad de México, se unieron para renovar su compromiso con la cooperación entre ambas arquidiócesis. En este contexto de unidad y paz, reafirmaron la autorización otorgada por la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en la Ciudad de México al Santuario en Des Plaines, permitiéndole recibir a devotos y peregrinos imposibilitados de viajar a la Basílica en México, pero ansiosos por cumplir con sus deberes espirituales de devoción. Este año, bajo el tema de paz y unidad, la celebración de Nuestra Señora de Guadalupe en el Santuario ha trascendido fronteras, consolidando su papel como un símbolo poderoso de fe compartida y colaboración entre comunidades.

Las celebraciones en honor a Nuestra Señora de Guadalupe no solo fueron un evento religioso, sino un testimonio de la diversidad y la unidad que la fe puede inspirar. En medio de la alegría, la devoción y las impresiones profundas de los visitantes, quedó claro que la Virgen de Guadalupe sigue siendo un faro de esperanza y consuelo para aquellos que la buscan con corazones abiertos.