Los generosos feligreses de San Pancracio sonrieron y se abrazaron con orgullo ante una proeza: la renovación de su querida iglesia, ya centenaria, que se veía como un reto enorme. El 12 de diciembre se dieron por concluidas las tareas de renovación de la iglesia, con un costo de alrededor de un millón de dólares.

El dinero fue colectado por los parroquianos mediante una intensa campaña de trabajo de su pastor, el padre Néstor Sáenz y un cuerpo de voluntarios. La experiencia no es nueva para el padre Néstor, ya en 2017 lideró a los feligreses de Nuestra Señora de Fátima en una renovación completa e intensiva de aquella parroquia, que costó casi un millón de dólares. Allí también, la tarea se veía enorme, pero la labor de liderazgo del padre involucró a muchos parroquianos a hacer trabajo voluntario, además de los trabajos hechos por la compañía de remodelación, para reducir los costos.

En 2019 la parroquia San Pancracio se unificó con la iglesia de Fátima, como parte del proceso Renueva mi Iglesia, por lo que el padre Néstor quedó al frente de ambas parroquias. El padre se dio cuenta de que San Pancracio, una iglesia ya centenaria, tenía problemas urgentes en su estructura. Por ello, el padre Néstor volvió a estar en la misma situación: colectar fondos, levantar el entusiasmo de los feligreses y reclutarlos para ayudar en las obras.

Cuando el padre Néstor Sáenz entregó los sobres de compromiso para ver cuánto podrían aportar los parroquianos, el monto de las promesas era de $100.600. “Cuando uno ve esa cifra dice: ‘es imposible juntarla’” dijo el padre Néstor a Católico en septiembre. Ahora, en diciembre, el padre nos confirma que no solo se juntó, sino que se rebasó la cantidad, pues el aporte de los compromisos llegó a $120.000.

Entre los compromisos que los feligreses fueron pagando, y las diferentes fiestas y actividades organizadas incansablemente, el costo de casi un millón de dólares se alcanzó y la parroquia renovada reabrió sus puertas el 12 de diciembre, festividad de la Virgen de Guadalupe, en un emotivo día de fiesta y oración.

Para la reapertura se congregaron los fieles el 12 de diciembre en la parroquia a las 5:00 a.m. para una procesión y para cantarle las mañanitas a Nuestra Señora de Guadalupe.