El papa Francisco se reúne con una familia que dio su testimonio durante el Festival de las Familias en el estadio Croke Park en Dublín, Irlanda el 25 de agosto. Foto: CNS/Paul Haring
CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Después de la publicación de un informe de un gran jurado sobre abuso sexual por parte de sacerdotes en seis diócesis en Pensilvania, un portavoz del Vaticano calificó los abusos descritos en el informe como “criminales y moralmente reprobables”. “Las víctimas deben saber que el papa está de su parte. Aquellos que han sufrido son su prioridad, y la iglesia quiere escucharlos para erradicar este trágico horror que destruye la vida de los inocentes”, dijo Greg Burke, jefe de la oficina de prensa del Vaticano, en una declaración el 16 de agosto. “Los abusos descritos en el informe son criminales y moralmente reprobables. Estos hechos han traicionado la confianza y han robado a las víctimas su dignidad y su fe. La iglesia debe aprender duras lecciones de su pasado” y abusadores, igual que aquellos que permitieron el abuso, deberían rendir cuentas, dijo Burke. “La Santa Sede condena inequívocamente el abuso sexual de menores”, dijo Burke, y pide la “constante reforma y vigilancia en todos los niveles de la Iglesia Católica, para garantizar la protección de los menores y de los adultos vulnerables”. “Subraya también la necesidad de obedecer a la legislación civil, incluida la obligación de denunciar los casos de abusos a menores”, dijo. El informe del Vaticano, enviado en italiano con traducciones no oficiales en inglés y en español, se produjo después de que el fiscal general de Pensilvania realizara una conferencia de prensa el 14 de agosto para anunciar la publicación de un reporte detallando décadas de presunto abuso sexual de más de 1,000 víctimas a manos de 301 sacerdotes. En respuesta al informe, dijo Burke, “hay dos palabras que pueden expresar los sentimientos frente a estos horribles crímenes: vergüenza y dolor”. “El Santo Padre comprende bien cuánto pueden sacudir la fe y el ánimo de los creyentes estos crímenes, y reitera el llamamiento a hacer todos los esfuerzos posibles para crear un ambiente seguro para los menores y los adultos vulnerables en la iglesia y en toda la sociedad”, dijo.