El sacerdote asociado Martín Marulanda fue el celebrante principal, asistido por el padre Thomas Boharic, en la misa al aire libre organizada por la parroquia Madre de las Américas en La Villita. Foto: Karen Callaway/Católico
Para leer este artículo en inglés por favor haga clic aquí En la tarde soleada del 13 de agosto, los feligreses de la parroquia Madre de las Américas, en 2226 S. Whipple St., se reunieron en la calle 25 y la avenida Francisco para una misa en la calle. La misa tuvo un doble propósito: en parte era el paso siguiente en su proceso de unificación y en parte se reunieron para rezar por la paz en las calles de La Villita. Fue una de las tres misas en la calle que la parroquia planeó para el mes de agosto. Madre de las Américas es la parroquia unida de las iglesias Nuestra Señora del Tepeyac, Asunción BVM y St. Roman. Fue creada durante la pandemia, así que no habían tenido muchas opciones para reunir a todos en persona. Ahora que las cosas vuelven a abrirse, la parroquia quiso reanudar la tradición de realizar las misas en la calle, dijo el padre Tom Boharic, el párroco. “Pero también para que la gente sepa, ‘hola, ustedes pertenecen a una parroquia nueva. Es Madre de las Américas. Aquí está nuestro horario de misas’”, señaló. La parroquia también informa a las personas que tiene una escuela primaria, una escuela secundaria para mujeres y otros servicios disponibles. “Quisimos intencionalmente estar en los diferentes territorios de nuestra parroquia”, dijo Boharic. “Y obviamente, para el verano estamos rezando por la paz. Esa es una gran parte también, y el por qué tenemos que estar en las calles mismas”. El padre Boharic dijo que la parroquia está planeando otras misas para rezar específicamente por la paz en las calles en donde ha habido violencia. La parroquia está en la parte de evangelización del proceso de Renueva mi Iglesia y ha incorporado eso en las misas. “Realmente creo que es importante estar en las calles tanto como sea posible solo para que nos conozcamos unos a otros y es de verdad fundamental que ellos vean al sacerdote y a personas de la comunidad en las calles”, dijo. “No te puedo decir las veces que cuando hemos estado tocando puertas, todas las familias con las que hemos hablado, que por diferentes razones no han estado en misa, o personas que simplemente estaban pidiendo oraciones”. El esfuerzo de la misa en la calle también es para los no católicos. “Eso es lo que digo al final de la misa. ‘Incluso si no eres católico, por el hecho de que vives en el territorio de nuestra parroquia, estamos rezando por ti. Estamos aquí para ti y soy responsable ante Dios por ti”, dijo Boharic. Ha sido difícil unir tres iglesias, pero hay esperanza, señaló. “Estoy muy orgulloso de la parroquia. Este proceso [de Renueva mi Iglesia] ha sido difícil, por supuesto, para todos. Pero como pastor es tan edificante ver a las personas que se está moviendo fuera de su zona de comodidad, que realmente están respondiendo como discípulos y misioneros de Jesucristo”, mencionó. “Ha sido muy inspirador ver a tantos de los líderes, a tantos de los feligreses en la parroquia, tener este deseo de traer más almas a Cristo”. La feligresa Carolina Barrios dijo que está agradecida de poder participar en las misas al aire libre. “Es un sentimiento absolutamente maravilloso de haber podido tener la misa aquí. Es tan triste que en otros lugares haya personas que están pidiendo recibir la Eucaristía y no puedan hacerlo. Y nosotros podemos recibir a Cristo en la Eucaristía”, señaló. “Nuestra fe se fortalecerá al mostrar a otras personas en nuestro entorno para recibir la Eucaristía. La gente debería salir de sus casas. Tiene un gran significado para mí personalmente”.