En un evento transmitido a nivel nacional por la cadena Telemundo, el cardenal Blase Cupich ratificó en un foro celebrado el 19 de marzo en la iglesia de Inmaculada Concepción el mensaje de apoyo de la iglesia católica con la comunidad inmigrante. “Estamos en una ciudad que se benefició durante generaciones del trabajo de inmigrantes procedentes de todos los rincones del mundo” dijo el cardenal. “Desde aquí nos comprometemos como iglesia a velar por la dignidad de todos.” Lo anterior fue dicho en el panel “Latinos venciendo el miedo” convocado por el padre Manuel Dorantes, de dicha parroquia, y que contó además con la presencia de Alma Rosa Nieto, abogada de migración; la hermana de los Misioneros de Jesús Norma Pimentel, activista por los derechos del inmigrante y el psicólogo Jorge Partida. Como presentador estuvo el locutor José Díaz-Balart. En el programa, conducido totalmente en español, los asistentes expresaron sus dudas y temores ante la implementación de las políticas de inmigración del presidente Donald Trump. Los comentarios y preguntas fueron conmovedores, entre ellos el de una mujer cuya hija que estaba en el ejército falleció, y su esposo está en proceso de deportación por una infracción de DUI. Ella preguntó si es verdad que se están llevando a cabo deportaciones exprés. La abogada explicó que dichas deportaciones se aplican a personas que no tienen más de dos años, lo cual no era el caso de la señora, y le aseguró que su esposo tenía derecho a una audiencia. Muchos menores de edad intervinieron, expresando el temor de quedarse solos tras la deportación de sus padres o de tener que mudarse a un país que en verdad desconocen. Hubo testimonios como el de Felipe, de once años, quien expresó su temor a ser separado de su mamá. Aunque él es un buen estudiante, se mostró desanimado para continuar sus estudios, preguntó para qué esforzarse tanto si tal vez no haya futuro. El psicólogo le pidió que no se deje vencer por la depresión, que es importante mantener sus estudios y ser un apoyo para su familia. Hubo una gran presencia de jóvenes como Ana, de 14 años, que tiene dos hermanas menores y preguntó qué podría hacer si deportaran a sus papás. Partida le dijo que no debía perder sus estudios, no podía dejar de ir a la escuela, y elogió sus esfuerzos por ayudar a sus hermanas menores. ‘Es importante ayudarles a tener una niñez normal” dijo. En el panel hubo comentarios sobre la necesidad de hacer planes en caso de cualquier escenario adverso. “El miedo paraliza” se dijo. En una ronda de comentarios finales, el padre Manuel Dorantes dijo que Dios tiene hijos favoritos, que son aquellos que sufren. “Ellos son los inmigrantes” agregó. La hermana Norma dijo a los asistentes que nadie está solo. Pidió no ser indiferentes a la realidad que se está viviendo en el país y buscar la manera en que se puede ayudar. La abogada Nieto pidió recordar que somos gente muy fuerte. Agregó que la comunidad latina ha sufrido mucho y pidió usar esa misma fortaleza esa fortaleza que usamos para venir a este país. “Vamos a seguir siendo esos guerreros” dijo. Por su parte el psicólogo Partida reiteró lo importante de que los menores tengan una infancia sana y normal, y dijo también que la salud mental es un factor muy importante que a menudo es ignorado entre la comunidad latina. Mientras sigue la expectativa y la incertidumbre sobre la actual política migratoria, el mensaje de apoyo de la iglesia quedó reafirmado en las palabras del cardenal Cupich: “Todo ser humano, documentado o indocumentado está hecho a semejanza de Dios, y por esta dignidad merece ser tratado con todo respeto.”
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