Ya sea que comencemos el día con una ducha estimulante o que terminemos el día con un baño relajante, todos sabemos lo bien que nos sentimos cuando nos lavamos y nos ponemos ropa limpia. Y, sin embargo, para las personas sin hogar, encontrar un lugar para realizar la simple tarea de bañarse puede ser extremadamente desafiante. El mes pasado, Caridades Católicas celebró el primer aniversario de nuestro programa de duchas en el Centro San Vicente en la Calle LaSalle. Desde que abrieron las duchas en junio de 2018, cientos de personas han experimentado la alegría refrescante y la nueva esperanza que puede brindar una ducha de agua tibia. Caridades Católicas modeló las duchas y las instalaciones de lavandería que lo acompañan, en las creadas por el Papa Francisco en los terrenos del Vaticano. Como explica el Santo Padre, las duchas y la ropa sucia son una forma concreta de reconocer la humanidad y la dignidad de nuestros hermanos y hermanas que viven sin hogar, y de mostrar el amor y la ternura de Dios a las personas que a menudo son ignoradas. Casi exclusivamente atendido por dedicados voluntarios, los “Ministerios del Papa Francisco” de Caridades Católicas incluyen las duchas y la lavandería, así como nuestro programa de “Cenas por las tardes”, que ha brindado comidas calientes a personas con hambre y sin hogar durante casi dos décadas. Una de las razones principales por las que comenzamos el programa de la ducha es que a menudo, nuestros invitados a las cenas nos decían que les daba vergüenza solicitar un trabajo, presentarse a un lugar de trabajo o asistir a consultas o citas médicas cuando no se habían duchado o estaban usando ropa sucia. Nos dimos cuenta de que el ofrecer un lugar para ducharse y cambiarse con ropa limpia no solo es una hermosa manera de brindar misericordia y gracia a nuestros huéspedes, sino que podría ser, para muchos de nuestros hermanos y hermanas en necesidad, un primer paso fundamental para acabar con la falta de vivienda. Las personas se registran para la ducha y el baño privados en turnos de media hora. Cuando llegan los huéspedes, son recibidos por voluntarios y se les da una toalla y un paño limpios; nuevos calcetines y ropa interior; sandalias de ducha; y artículos de tocador de tamaño individual que incluyen jabón, champú, afeitadora y crema de afeitar, cepillo de dientes, pasta de dientes y desodorante. Antes de ducharse, los huéspedes son invitados a seleccionar un nuevo atuendo de nuestro cuarto de ropa. En los días en que tengamos voluntarios para atender la lavandería, los huéspedes pueden inscribirse para lavar su ropa, cobijas y otros artículos personales, y luego regresar a recogerlos más tarde en el día. Actualmente, las duchas se ofrecen tres días por semana y la lavandería se ofrece un día por semana. Sin embargo, con más donaciones y más voluntarios, ¡podríamos hacer más! Los voluntarios se inscriben en turnos de aproximadamente tres horas (9:45 am-1:00pm) y pueden venir todas las semanas, todos los meses u ocasionalmente. Las donaciones necesarias incluyen artículos de tocador pequeños o de viaje, calcetines y ropa interior nuevos, y ropa usada en buen estado, especialmente pantalones y zapatos para hombres en tallas más grandes. Recolectar donaciones sería un gran proyecto para grupos escolares o de servicio. Para donar artículos o ser voluntario para las duchas o la lavandería, contacte a Andrew McKernin: [email protected] o llame 312-655-7557.