Internacional

Negar ayuda a los inmigrantes es ‘pecaminoso, criminal’, dice el Papa

Por Cindy Wooden
viernes, noviembre 4, 2022

Un estandarte con la imagen del entonces beato Giovanni Battista Scalabrini durante la Misa del Ángelus el 17 de enero de 2010 en El Vaticano. Foto: Paul Haring/CNS

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) -- Negar ayuda a los migrantes desesperados es “repugnante, es pecaminoso, es criminal”, dijo el papa Francisco al canonizar a un obispo dedicado a ayudar a los migrantes y a un hermano salesiano que había emigrado con su familia a Argentina.

“La exclusión de los migrantes es criminal. Los hace morir frente a nosotros”, dijo el papa el 9 de octubre, refiriéndose a las muertes de migrantes y refugiados que cruzan mares peligrosos en busca de libertad y una vida digna.

Al inicio de la liturgia en la Plaza de San Pedro, el papa Francisco reconoció formalmente la santidad de San Giovanni Battista Scalabrini, un italiano que fundó los Misioneros de San Carlos Borromeo para atender a los migrantes, y de san Artemide Zatti, un inmigrante italiano en Argentina que se hizo salesiano coadjutor, farmacéutico y enfermero.

Las oraciones de la misa incluyeron una por “los que se ven obligados a dejar su patria” y pidiendo a Dios que enseñe a las personas a compartir “su mirada acogedora hacia todas las personas” y “sane la cultura del descarte de la indiferencia”.

El papa Francisco enfocó gran parte de su homilía en la lectura del Evangelio del día sobre los 10 leprosos sanados por Jesús y, por lo tanto, a los que se les permitió volver a la sociedad.

“Cuando somos honestos con nosotros mismos, nos damos cuenta de que todos estamos enfermos de corazón, todos pecadores necesitados de la misericordia del Padre”, dijo el papa. “Entonces dejamos de crear divisiones en base al mérito, la posición social o algún otro criterio superficial; nuestras barreras interiores y prejuicios también caen. Al final, nos damos cuenta una vez más de que somos hermanos y hermanas”.

El papa Francisco pidió a las aproximadamente 50,000 personas en la Misa que pensaran si en sus familias, en el trabajo y en sus parroquias están dispuestos a caminar con los demás y escucharlos, “resistiendo la tentación de encerrarnos en nosotros mismos y ensimismados” pensar sólo en nuestras necesidades.

El papa dijo que está “preocupado” al ver a los cristianos que tienden a dividir el mundo entre los “buenos y malos, santos y pecadores; esto los hace sentirse superiores a los demás y excluye a tantas personas que Dios quiere abrazar”.

Tanto la iglesia como la sociedad, dijo, “todavía están marcadas por muchas formas de desigualdad y marginación”.

Los nuevos santos Scalabrini y Zatti, dijo el papa, lucharon contra tales actitudes, dedicando sus vidas al servicio de los pobres, los migrantes y los enfermos.

“Hoy, día en que el obispo Scalabrini se convierte en santo, pienso en los migrantes. La exclusión de los migrantes es escandalosa”, dijo. “En realidad, la exclusión de los migrantes es criminal”.

Algunas personas dicen de los migrantes y refugiados: “No, no los excluimos, los echamos”, dijo. Pero están siendo enviados a campos donde “son explotados y vendidos como esclavos”, repitiendo lo que han dicho muchas organizaciones de derechos humanos sobre los campos en Libia para las personas atrapadas tratando de cruzar el Mediterráneo.

“Hermanos y hermanas, recordemos hoy a estos migrantes, especialmente a los que están muriendo”, dijo. Y ¿qué pasa con “los que pueden entrar, los acogemos como hermanos y hermanas, o los explotamos? Simplemente planteo la pregunta”, agregó el papa.

“Por su parte, el salesiano coadjutor Artemide Zatti -con su bicicleta- fue un ejemplo vivo de gratitud”, dijo el papa. “Curado de la tuberculosis, dedicó toda su vida al servicio de los demás, cuidando con tierno amor a los enfermos”.

Advertising