Internacional

Obispo dice que visita a migrantes le ayudó a estar más cerca a Dios

Por Rhina Guidos
lunes, enero 10, 2022

José Francisco, de Honduras, lleva a su hija de la mano el 22 de noviembre de 2021, en una caravana cerca de Villa Mapastepec, México, rumbo a la frontera con Estados Unidos. Foto: José Luis González, Reuters/CNS

WASHINGTON (CNS) -- Poco más de un mes después de que otros obispos lo escogieran como presidente-electo del comité de migración de la Conferencia de Obispos Católicos de EE. UU., el obispo Mark J. Seitz no perdió el tiempo en cruzar un puente internacional el 20 de diciembre desde su diócesis de El Paso, Texas, a la vecina ciudad de Ciudad Juárez en México.

Quería tomar “el pulso”, dijo, de lo que la gente está experimentando días después de que el gobierno de Biden reiniciara un programa de la era de Donald Trump que mantiene a los migrantes al otro lado de la frontera mientras esperan que se escuchen sus solicitudes de asilo.

Se detuvo para charlar con hombres y mujeres, algunos de América Central, algunos de Haití y otros de América del Sur, dejando regalos para sus hijos, ofreciendo una bendición a los que le pedían y hablando con los trabajadores de los refugios sobre lo que ha sucedió desde la reanudación del programa “Quédate en México”.

El 6 de diciembre, la administración Biden reinició los Protocolos de Protección al Migrante, como formalmente se llama el programa “Quédate en México”. Aunque el presidente Joe Biden prometió ponerle fin, los tribunales estadounidenses han impedido ponerle un fin.

En las últimas semanas, México acordó una vez más cooperar con funcionarios estadounidenses, permitiendo a los migrantes que esperen en pueblos fronterizos en su país tras recibir garantías de que el programa, bajo la administración de Biden, proveería mejores condiciones para los solicitantes de asilo, incluso el acceso a atención médica, ayuda legal y vacunas.

“Hablamos con un grupo de hombres que habían sido regresados (al otro lado de la frontera) bajo ese programa mal concebido”, dijo Monseñor Seitz en una entrevista telefónica el 20 de diciembre con Catholic News Service desde Ciudad Juárez. “Tengo que decir que a pesar de las promesas de que sería diferente, mejor, no lo vimos eso hoy”.

Dijo que habló con un grupo de hombres que buscaban refugio de los problemas económicos, políticos y humanitarios de Venezuela. Pero en vez de encontrar refugio, se sienten prisioneros en una frontera que no pueden cruzar, dijo.

No pueden trabajar en México mientras esperan en condiciones miserables, solo viviendo de la esperanza de un indulto que tal vez nunca venga de los tribunales de inmigración de EE. UU. Es difícil encontrar un lugar para bañarse y el encontrar el sustento diario puede ser un desafío.

“Es un maltrato de nuestros semejantes”, dijo el obispo Seitz.

Y, sin embargo, hay refugios, algunos administrados por católicos, otros administrados por diferentes grupos religiosos, que intentan aliviar parte del sufrimiento. El obispo visitó una instalación dirigida por un pastor anglicano que compró cerdos, pescados tilapia y algunas plantas que los migrantes pueden cuidar, dándoles algún tipo de propósito y sustento mientras esperan lo que venga después en sus vidas.

A través de un proyecto llamado Fondo de Asistencia para Refugiados en la Frontera, la Diócesis de El Paso ha podido ayudar a tales organizaciones que atienden al creciente número de inmigrantes que esperan bajo la política de “Quédate en México”.

Durante su visita días antes de la Navidad, Monseñor Seitz donó $40,000 del fondo a varios refugios, incluso dinero para vacunas contra la varicela en algunas de las instalaciones que estaban preocupadas de que una propagación de la enfermedad entre los niños pudiera cerrarlas.

Nota del editor: El sitio web de la Diócesis de El Paso tiene un enlace para donar en www.elpasodiocese.org/border-refugee-assistance-fund.html o en GoFundMe: www.gofundme.com/f/the-border-refugee-assistance-fund.

Advertising