Internacional

Ver, discernir y actuar: Papa Francisco nos invita a soñar en comunidad

Por Hna. Dominga M. Zapata, S.H.
jueves, julio 29, 2021

Fieles oran durante una misa conmemorativa bilingüe el 13 de marzo de 2021, para los feligreses que han fallecido de COVID-19 en la iglesia St. John-Visitation en el distrito del Bronx de New York. Foto: Gregory A. Shemitz/CNS

Papa Francisco ha estado acompañando a su pueblo en cada momento de la pandemia Covid-19. Sus escritos han sido muy consoladores por esa sencillez profunda con que nos acompaña. Me he atrevido a tomar el título de su último libro. Él nos ofrece un proceso de mucha esperanza para irnos preparando a salir a una nueva realidad, ya que de cada crisis, personal o mundial, no se puede regresar a lo anteriormente conocido. Hemos de salir peor o mejor, pero nunca igual que antes. Su invitación es a soñar juntos para crear el camino hacia un futuro mejor.

Puede sorprender que nos invite a soñar en vez de proponer grandes soluciones efectivas. Cuando pensamos en soñar nos referimos a cosas que no podrían realizarse. Por ejemplo, cuando soñamos en ganarnos la lotería y convertirnos en millonarios. Pero el sueño al que nos invita Papa Francisco tiene nuevas raíces. Cuando soñamos es casi siempre sobre algo que “yo” deseo para mí. Esta nueva invitación rompe esa prioridad del “yo”. El mundo entero ha estado en crisis. Ya no será posible regresar a lo que cada uno conoce como su comodidad y seguridad. La gracia de la crisis a través del aislamiento, cuando logramos sentir la importancia de las relaciones cercanas para nuestra vida. Papa Francisco, inspirado por el Espíritu Santo, nos recuerda la imposibilidad de regresar a lo conocido antes de la pandemia. Solo soñando juntos podremos crear algo nuevo y mejor.

¿Por qué soñar en algo nuevo después de una crisis? Papa Francisco nos dice que después de una crisis, personal o mundial, no podemos regresar igual. Tenemos solo una opción, o salimos peor o mejor, pero nunca igual que antes. La pandemia Covid-19 nos ha ofrecido el tiempo para descubrir con claridad y de cerca cómo vivíamos juntos físicamente, pero separados de corazón. Las señales de esta condición humana se manifestaron claramente: las personas más vulnerables fueron las primeras en morir, la frustración de los más vulnerables muchas veces se convirtió en violencia, los pobres se convirtieron en los sirvientes de los más necesitados y los que cuidaban de los enfermos dieron toda su energía. Ante la necesidad masiva pudimos ver la verdad de estar viviendo como islas separadas sin considerar al prójimo que no era como nosotros. Durante una pandemia, servimos al prójimo o nos servimos de la persona más vulnerable y necesitada.

Papa Francisco se dirigió a este mundo real en que hemos vivido. Su llamada a soñar juntos es lo más normal al ver lo que vivíamos antes de la pandemia. Él nos ofrece un proceso muy familiar para la pastoral hispana, ya que esta ha sido la metodología usada en el proceso de los Encuentros Pastorales Hispanos a todos los niveles: ver, discernir y actuar. Es una invitación a toda la humanidad, no solo para “mí” personalmente, ni para los católicos, sino es una invitación a partir de lo vivido para descubrir juntos la voz del Espíritu Santo ante lo que hemos visto durante el aislamiento. Después de ver la necesidad unos por otros durante el aislamiento, hemos de abrir nuestros corazones para darnos cuenta de que hemos de vivir todos o nadie vivirá. La respuesta hay que elegirla juntos. ¡Dejemos que nuestra juventud entre con su profecía de un nuevo futuro para juntarlo también con los sueños de los mayores!

El primer paso es desear ver la respuesta a esta invitación de Dios a través de Papa Francisco. Atrevámonos a reconocer lo que cada persona ha descubierto de sí. Ver con mayor claridad todo aquello que ignoramos o escondimos pretendiendo que no existía pero que con la gracia de la crisis vivida ha salido a la luz del día.

El segundo paso es poder discernir juntos para ver la iluminación del Espíritu Santo entre nosotros. Es decir, darnos tiempo para escucharnos y así descubrir juntos los deseos y esperanzas que tenemos en común. Hagamos tiempo para escucharnos unos a otros y así descubrir la voluntad de Dios de cómo hemos de salir juntos de esta crisis. El aislamiento pudo darnos la gracia de sentir la importancia de la otra persona en nuestra vida. Esta necesidad no es una dependencia externa sino que es la verdadera manifestación de quienes somos, creados a la semejanza e imagen del Dios Trino. Ya no islas sino comunidad. Es así como al soñar juntos hemos de crear caminos a un futuro mejor.

El último paso es actuar. De ordinario, cuando pensamos en actuar nos vienen a la mente una serie de proyectos y programas que han de resolver el problema presente antes de regresar a lo conocido. Papa Francisco nos invita a soñar en grande, más allá de respuestas fáciles y sin relacionarlas con la realidad presente, guiadas por el acompañamiento del Espíritu Santo. Muchas veces nuestros planes de acción se quedan en castillos en el aire. Nuestro actuar no ha de dirigirse a lo que conocíamos antes de la crisis, sino que ha de nacer de la verdadera realidad en que nos encontramos después de tanto tiempo en aislamiento. ¡Admitamos que el aislamiento nos ha regalado la gracia de aceptar lo poco que podemos ser y hacer solos!

La invitación de Papa Francisco es de sueños del camino hacia un futuro mejor. Atrevámonos a soñar ese nuevo camino mutuo de servicio y solidaridad. No olvidemos las gracias necesarias para poder escuchar al acompañamiento del Espíritu Santo: escucha, oración y solidaridad. Papa Francisco nos invita a una oración guiada y sostenida por las Bienaventuranzas, es decir, esperanza de plenitud de vida para los pobres, paz y fraternidad e igualdad y justicia. Ya no un camino a un futuro mejor centrado en lo que no debemos hacer sino de acuerdo con esos sueños descritos por las Bienaventuranzas. Estas han de ser la guía para una nueva Iglesia en Salida acompañada por el Espíritu Santo. Soñar implica atrevernos a acercarnos unos a otros en verdadera invitación de hermanas y hermanos en búsqueda del camino mejor de encontrarnos como comunidad de discípulas y discípulos comprometidos a salir mucho mejor de esta crisis de lo que éramos antes de vivirla. 

¡Atrevámonos a soñar grande como la verdadera invitación del espíritu santo a través de nuestro papa Francisco!

Advertising