Internacional

A cuarenta años de su martirio, san Romero influye a la iglesia estadounidense

Por Rhina Guidos (CNS)
martes, marzo 31, 2020

Un joven toca una imagen de San Oscar Romero durante una misa del 13 de octubre en la Catedral Metropolitana en Managua, Nicaragua en 2018. Foto: Oswaldo Rivas, Reuters/CNS

WASHINGTON (CNS) -- San Óscar Arnulfo Romero de El Salvador siempre mantuvo una línea abierta de comunicación con la iglesia en los Estados Unidos, cuyos líderes y laicos a menudo apoyaban al arzobispo de San Salvador cuando este se oponía a la ayuda militar o al entrenamiento de soldados de su país financiados con dinero de Estados Unidos.

Incluso después de su martirio el 24 de marzo de 1980, su ejemplo y legado de solidaridad con los pobres siguió siendo una misión para la iglesia de Estados Unidos, cuyos miembros presionaron durante mucho tiempo al Congreso contra el dinero que se usaba para hacer daño al pueblo salvadoreño.

San Romero continúa hasta este día influenciando a los miembros de la iglesia de Estados Unidos, desde los laicos hasta los obispos de los Estados Unidos, algunos quienes buscan su figura como modelo de seguir la enseñanza de la iglesia, de defender a los vulnerables y proteger los derechos humanos de los pobres. 

Para una iglesia en la capital estadounidense de Washington, eso ha tomado la forma de seguir, muy literalmente, los pasos del santo salvadoreño, canonizado en 2018, ayudando a una comunidad pobre cerca de la capital salvadoreña de San Salvador visitada de una manera muy publica por san Romero.

Como arzobispo, san Romero visitó el barrio de La Chacra en 1979. El barrio es exactamente el lugar donde, por más de 20 años, la parroquia Holy Trinity, o Iglesia de la Santísima Trinidad, de Georgetown en Washington ha tenido una relación de “parroquia hermana” con la iglesia de María de los Pobres de La Chacra, donde los feligreses de Washington hacen visitas regulares durante el año para “acompañar” a sus compañeros católicos, a pesar de que las dos parroquias no podrían ubicarse en entornos más diferentes.

María Madre de los Pobres se encuentra en un vecindario conocido por la violencia de pandillas, o maras, además de la pobreza, y es el lugar donde feligreses de Santísima Trinidad, como Margie Legowski, dicen que han encontrado el Evangelio de la siguiente manera: “creer en las personas que son pobres, confiar en el Señor con todo su corazón y ser una comunidad de fe. Me han mostrado lo que significa vivir la fe”, dijo Legowski en una entrevista por correo electrónico el 11 de marzo con Catholic News Service.

Feligreses de la parroquia salvadoreña compartieron con Legowski, y otros de la iglesia Santísima Trinidad, historias sobre escuchar las homilías de san Romero los domingos por la mañana, asistiendo a su funeral solo para ser dispersados por disparos y las bombas del gobierno en 1980.

San Romero “me enseñó que los sistemas sociales y legales pueden ser pecaminosos y que, si nos llamamos católicos o cristianos o defensores de los derechos humanos, tenemos la responsabilidad de cambiarlos” dijo Legowski.

Para el obispo estadounidense Mark J. Seitz de la diócesis de El Paso, san Romero es un ejemplo que “reta e inspira”.

“Creo que la historia de Óscar Romero es una que me mostró cómo puedes pasar de una espiritualidad profunda y una relación profunda con Dios a la acción social, que no son dos cosas separadas sino una forma integral de vivir la vida cristiana basada en los Evangelios”, dijo el obispo Seitz en una entrevista telefónica del 12 de marzo con CNS.

“Romero era una persona tan profundamente empapada en la fe que no temía a los poderes terrenales”, dijo Monseñor Seitz, “Imitó a Jesús de una manera muy profunda”. Recordó cómo Jesús enfrentó al rey Herodes y, en el Evangelio según Lucas, leemos cuando Jesús se refirió a él con desprecio como “ese zorro”.

Igual que Jesús, san Romero experimentó dolor y ansiedad profunda, pero imitó al Mesías y “nunca huyó de ello, nunca se acobardó”. En cambio, como Jesús, se enfrentó al poder.

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