Internacional

Programa de despensa alimenta a miles de venezolanos en la frontera de Colombia

Por Manuel Rueda (CNS)
martes, febrero 25, 2020

Una migrante venezolana y su hijo reciben una comida en la despensa de alimentos en Cúcuta, Colombia, el 31 de enero de 2020. Foto: CNS-Manuel Rueda/CNS

CUCUTÁ, Colombia (CNS) -- Al empezar el calor del mediodía, cientos de personas se ponen en una fila afuera de la despensa Divina Providencia para recibir una comida de pollo, frijoles y arroz.

La mayoría son migrantes venezolanos que trabajan en las calles de la ciudad por unos cuantos dólares al día. Para ellos, la comida gratuita marca la diferencia entre mantenerse saludables o arriesgar la malnutrición.

“Empezamos en marzo de 2017, sirviendo a la gente de una única olla”, dijo el padre David Cañas, el director de la despensa, mostrando el lugar a una delegación de donantes. “Ahora, podemos alimentar a unas 6,000 personas al día”.

La masiva despensa ayuda a miles de venezolanos que cruzan a Colombia todos los días para trabajar, o simplemente para buscar comida, a medida que su país cae en una crisis humanitaria sin precedente causada por una economía en declive, violencia y represión política.

El programa ha recibido varios premios y ha convertido al padre Cañas en uno de los más famosos trabajadores de socorro de Colombia. “Yo nunca había hecho algo así antes”, dijo el sacerdote de 43 años. “Pero Dios me ha concedido la gracia de administrar esto y nuestra iglesia está trabajando duro para cuidar de nuestros hermanos venezolanos”.

Con unos cuantos voluntarios, hace tres años el padre Cañas puso una carpa fuera de una pequeña iglesia ubicada a unos cuantos bloques de la frontera con Venezuela. En menos de media hora, la comida que habían cocinado se había terminado al venir docenas de migrantes necesitados en busca de una comida gratis.

Hoy día el centro Divina Providencia cocina unas tres toneladas de comida al día. Equipos de voluntarios se turnan para ayudar a servir y preparar las comidas.

“La mayor parte de la comida que ven aquí ha sido donada por el pueblo de Cucutá”, dijo el sacerdote que ha utilizado sus conexiones con los comerciantes de la ciudad para colectar donativos.

Dice que también recibe ayuda de donantes internacionales, incluyendo el Alto Comisionado para Refugiados de la ONU, que ayudó a construir servicios sanitarios, el Programa de Alimentación Mundial, que paga a algunos de los miembros del personal, y la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos, que ha ayudado a comprar equipo de cocina.

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