Estados Unidos

La Iglesia ante los desafíos de la era digital

Por Padre Alejandro Marca Mansilla
jueves, diciembre 29, 2022

Una familia en Woodinville, Wash., usa el internet para hacer tareas escolares, en una imagen de 2020. Foto: Lindsey Wasson, Reuters/CNS

No podemos negar hoy que la era digital nos plantea un gran desafío a toda la sociedad, incluida la Iglesia; y es que ¿caminamos hacia un futuro post humano? En mi experiencia como sacerdote a la búsqueda de los nuevos caminos que nos plantea la sociedad encuentro que, a través de las nuevas herramientas, podemos construir un mundo de seres humanos más libres; por ello, es imprescindible evaluar los nuevos retos que nos plantea la cibernética desde la perspectiva de los valores, desde el para qué. Es posible que las nuevas oportunidades que nos brinda el internet y sus anexos nos abran nuevos caminos para la construcción de la propia vida de manera más plena, libre y responsable.

Si convertimos la red en un mundo volcado de ideas sin interrogantes, es que no hemos entendido que el mundo digital es un espacio de encuentro donde habitan personas. Internet no puede ser considerado un medio de comunicación, sino una forma de existencia virtual que condiciona nuestra vida en todas sus dimensiones. Uno no usa internet, sino que vive de él. No se trata de demonizar todo lo digital.

No podemos caer en el problema de no discernir bien y considerar internet nuestra salvación, con ello podemos caer en la ingenuidad de pensar que lo moderno y lo progresista es asumir todas las propuestas del avance tecnológico, sin matices.

Como sacerdote que usa los medios de comunicación para crear espacios de encuentro, pienso que una forma más ponderada es por el camino de la “astucia evangélica”. Es decir, el discernimiento, al tiempo y prudente, que no desdeña lo nuevo, y de ahí podemos sacar un beneficio, y no temer prescindir de aquello en lo que nos veamos perjudicados.

Como escribe el religioso Juan Pablo García Maestro: “La cultura digital ha llegado para quedarse. No hay que controlar a las máquinas; debe autocontrolarse el sujeto que utiliza las máquinas. La Red no es un nuevo modo de evangelización, sino que es sobre todo un contexto en el que la fe está llamada a expresarse con la vida de los hombres”

La cultura digital nos reta a no aislarnos, sino más bien a dialogar abiertamente con todos. En vez de relacionarnos solo con los que son igual que nosotros.

En la cultura digital nos estamos enfrentando al debilitamiento del pensamiento crítico. Por eso es muy importante la atención adecuada para solucionar o mitigar el problema de “la brecha digital”. En la era digital urge pasar de una pastoral de la transmisión a la pastoral del testimonio; de una pastoral de ideas a la pastoral de la narración. Pero sobre todo una pastoral atenta a la intensidad y a la interioridad.

Durante la pandemia se nos han presentado muchas oportunidades. Hemos de tener presente que es importante creer en Cristo y fortalecer la vida comunitaria y la unidad; lo cual quiere decir que internet no puede reemplazar los encuentros cara a cara.