Personas en Peñuelas, Puerto Rico, caminan por una calle afectada por el paso del huracán Fiona, el 19 de septiembre. Foto: Ricardo Arduengo, Reuters/CNS
SAN JUAN, Puerto Rico (CNS) – El arzobispo de Puerto Rico declaró que no ha estado en contacto con todos sus sacerdotes desde que el huracán Fiona derribó la energía eléctrica en Puerto Rico, y expresó preocupación por el impacto del huracán en las partes sur y oeste de la isla. El arzobispo Roberto González Nieves dijo también que espera que las escuelas católicas en las áreas más afectadas permanezcan cerradas por semanas, y expresó preocupación por el trauma que han sufrido los niños. “Hoy no he podido hacer una llamada por Zoom, y muy pocas llamadas telefónicas en general porque las señales no están funcionando. Pero ayer tuve un Zoom con 35 pastores, muchos no se pudieron unir porque no tienen electricidad, ni internet, ni agua”. Lo anterior lo expresó el arzobispo Gonzáles a Catholic News Service por teléfono después de muchos intentos fallidos por contactarlo el 21 de septiembre. “Este huracán se asentó sobre la isla durante casi un día con vientos y lluvias muy pesados, pero es en el sur y en el oeste donde hay pueblos destruidos. A las regiones de Ponce y Mayagüez de verdad les tocó lo más pesado del huracán” agregó. “En lo que respecta al área general de San Juan, entiendo que el daño es mínimo, pero en algunos respectos fue más difícil que durante María, porque entonces yo no perdí contacto por internet ni por teléfono. Pero con Fiona llovió constantemente por un periodo muy largo”. El huracán azotó Puerto Rico el 18 de septiembre.