Estados Unidos

Durante visita a la frontera, obispo habla con Kamala Harris sobre inmigración

Por Rhina Guidos
viernes, julio 2, 2021

El obispo Mark J. Seitz, de El Paso, Texas, se reúne con la vicepresidenta Kamala Harris en El Paso el 25 de junio de 2021, durante el primer viaje de Harris a la frontera. Foto: Cortesía de Hope Border Institute/CNS

WASHINGTON (CNS) -- El obispo Mark J. Seitz de El Paso, Texas, le pidió a la vicepresidenta Kamala Harris el 25 de junio su colaboración con grupos religiosos como socios en un camino hacia una solución compasiva a los problemas de inmigración en las Américas y para “escuchar las voces” de los que han sido rechazados en la frontera.

También la invitó a unirse a los obispos católicos de Estados Unidos y América Central en una próxima reunión en Washington para hablar con el Congreso sobre las causas fundamentales de la migración.

En la ciudad fronteriza, donde el obispo ha acompañado a migrantes a cruzar un puente internacional en busca de refugio, la Iglesia Católica, junto con otras comunidades de fe, ha estado al frente del drama migratorio que se desarrolla y ha extendido una mano amiga, en forma de alojamiento, ropa, asesoramiento legal y comida, a inmigrantes que llegan de lugares lejanos.

Entonces, cuando el obispo Seitz se dirigió a Harris, después de que ella visitó un puerto de entrada estadounidense, donde los agentes de la Patrulla Fronteriza de EE. UU. examinan a los solicitantes de asilo, él habló con años de experiencia detrás de él, trabajando y presenciando las obras de varios grupos religiosos, no solo católicos, tratando de abordar el tema.

“¿Por qué es importante su visita hoy? Las fronteras son lugares donde el drama de la vida humana, su sufrimiento y sus aspiraciones, se desarrolla y nos plantean directamente una opción moral: construir puentes de encuentro o muros de miedo”, le dijo a Harris durante una reunión de líderes locales de organizaciones sin fines de lucro y grupos religiosos que ayudan a los migrantes en la ciudad fronteriza.

Dylan Corbett, del Hope Border Institute de El Paso, quien también asistió a la reunión, le dijo a Catholic News Service después de la reunión que la vicepresidenta parecía haber llegado con el intento más de escuchar que de hablar, pero dijo que ella “reconoció la contribución que la Iglesia Católica ha hecho en (el tema de) la inmigración y demostró voluntad para trabajar con la comunidad católica” en el tema.

La Iglesia Católica, con el trabajo de cabildeo la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos y sus organizaciones sin fines de lucro, como Catholic Relief Services, se ha enfocado durante mucho tiempo en el problema de entender y aliviar las causas que llevan a migrantes a dejar sus países en América Central y en otras partes del hemisferio en rumbo al norte, le dijo.

Pero los que migran no deben ser vistos a través del prisma de “los otros” o como si fueran un problema que solucionar, dijo el obispo Seitz.

“También debemos evitar el peligro de pensar que el problema es solo con ellos: su corrupción, sus economías subdesarrolladas, su violencia generalizada”, dijo. “Esto también es una forma de verlos como 'los otros'“.

Continuó: “No podemos ignorar nuestra complicidad histórica, nuestro enredo en una economía que mata, nuestra inacción ante el cambio climático, nuestro fomento de la violencia con armas de guerra y el consumo de drogas, nuestra obsesión por el poder sobre el bien común, nuestra adicción a los resultados de plazo corto, y esos que se oponen al cultivo paciente de la amistad social, nuestra indiferencia hacia la vida, nuestro racismo. Abordar las causas fundamentales significa abordar estas cosas también”.

Monseñor Seitz le contó a Harris sobre el reciente trabajo de la Iglesia católica de Estados Unidos durante una reunión cerca de Chicago con obispos de América Central (vea páginas 10 y 11), así como con otras organizaciones católicas sin fines de lucro, como el Hope Border Institute y Faith in Action (Fe en Acción), que han embarcado en una iniciativa para buscar una solución a lo que la administración Biden también quiere abordar: las razones que obligan a la gente a abandonar sus países de origen.