Los sacerdotes visitaron el muro fronterizo en Hidalgo, Texas, antes de cruzar a México para visitar una clínica y un refugio para migrantes en Reynosa. Foto: Cortesía Catholic Extension.
La semana del 18 al 22 de septiembre, siete sacerdotes de la Arquidiócesis de Chicago se unieron a sacerdotes de otras diócesis en un viaje de misión de Catholic Extension a la diócesis de Brownsville, para saber más de los ministerios de la iglesia hacia los migrantes en la frontera de Estados Unidos con México. En la Posada Providencia, un albergue fundado por las Hermanas de la Divina Providencia en San Benito, Texas, el grupo conoció a residentes procedentes de países en África, Centroamérica y el Caribe. Una mujer de Zimbabue describió la huida de la terrible violencia que cobró la vida de muchos de sus amigos y familiares. Los sacerdotes también conocieron a la hermana Norma Pimentel, MJ, cuyo Centro de Alivio Humanitario (Humanitarian Respite Center) ha proveído a decenas de miles de personas alivio temporal después de ser liberados de la detención. Allí, Michelle Núñez describió cómo sus números han bajado debido a las recientes políticas que impiden a los buscadores de asilo ingresar a Estados Unidos. En respuesta, el Centro ha comenzado a llevar suministros a las familias que viven en tiendas de campaña al otro lado de la frontera en Matamoros, que están esperando permiso para ingresar a Estados Unidos. El grupo también cruzó la frontera para visitar una clínica y un albergue de migrantes en la cercana Reynosa, México. La clínica, apoyada por una parroquia católica, ha servido a más de 10,000 pobres, muchos de ellos migrantes. El albergue es operado por las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul y ha visto a decenas de miles de personas pasar por sus puertas, bien sea con la esperanza de entrar a Estados Unidos o que han sido deportadas recientemente. El padre Jack Wall, presidente de Catholic Extension, organización de recaudación de fondos basada en Chicago, compartió sus pensamientos sobre la meta para el viaje: “Lo que esperamos que los sacerdotes experimenten es un encuentro con las personas en partes de la iglesia muy diferentes de las suyas. Encontrar es salir de nosotros mismos para genuinamente conocer a otros, particularmente los pobres, los que sufren, y los marginados. En Catholic Extension, somos llamados a los lugares más pobres para encontrar el misterio transformador de la presencia de Dios trabajando entre las personas que servimos”. Participaron los padres Connor Danstrom, capellán de la Universidad de Illinois en Chicago; Larry Dowling, pastor de St. Agatha en Chicago; Chris Gustafson, pastor de Catholic Community of Northbrook; Bobby Krueger, pastor de la iglesia St. Leonard en Berwyn; Carl Morello, pastor de la iglesia St. Giles en Oak Park; Don Nevins, pastor de St. Agnes of Bohemia en Chicago; y Noel Reyes, pastor de St. Jerome en Rogers Park.