Una migrante centroamericana lleva a su hija en los brazos el 18 de julio de 2019 en Tijuana, México, justo después de verse obligada a salir de los Estados Unidos, según los Protocolos de Protección al Migrante. Foto: Carlos Jasso, Reuters/CNS
EL PASO, Texas (CNS) -- Anticipándose al Día Mundial de los Migrantes y Refugiados 2019, un grupo de obispos, religiosas, ministros laicos y otras personas preocupadas por el sufrimiento de los inmigrantes, han pasado los días previos a la conmemoración del 29 de septiembre escuchando historias de esperanza, sueños destrozados, fortaleza e incertidumbre que abundan entre los migrantes en la región fronteriza. Anna Gallagher, directora ejecutiva de la Red Católica Legal de Inmigración, conocida como CLINIC, admitió ante el grupo el 25 de septiembre que incluso ella tuvo dificultades para averiguar lo que exactamente estaba ocurriendo en la frontera. “¡Lo que he visto y escuchado en estos últimos dos días en Juárez...! He sido abogada durante 30 años y a diario estoy desconcertada en lo que se refiere a comprender los cambios en las políticas y averiguar a qué comunidades se puede ayudar”, dijo. Lo último que ha ocurrido es la reciente llegada de 1,750 ciudadanos mexicanos a la frontera entre México-EE.UU. pidiendo asilo en Estados Unidos, luego de que una escalada de violencia los impulsara hacia el norte. La ola de violencia ocurrió incluso cuando México, bajo presión del gobierno de Trump, se autodeclaró como “tercer país seguro”, donde los inmigrantes centroamericanos pueden solicitar asilo en vez de dirigirse a EE.UU. Es difícil saber qué se puede hacer porque, bajo la administración de Trump, el asilo, para cualquiera, parece que se ha terminado. “Esta administración realmente ha detenido el proceso de asilo”, dijo Gallagher. Y existe la sospecha y el miedo en los círculos pro-inmigración de que este sea solamente uno de los varios programas que ayudan a los inmigrantes a ingresar a EE.UU. que pronto dejarán de existir. “Estamos muy preocupados por los refugiados que están estancados en Ciudad Juárez”, dijo el obispo de El Paso Mark J. Seitz durante una conferencia de prensa el 25 de septiembre en las afueras del Centro de Trabajadores Agrícolas de la Frontera en El Paso. El obispo Óscar Cantú de San José, California dijo durante la conferencia de prensa, explicando algunas de las experiencias de la visita, que era devastador ver destruidos los sueños de los inmigrantes, “sueños que mis propios padres tuvieron cuando migraron de México a Estados Unidos hace como 60 años”. “Cada historia es una historia sagrada”, dijo el obispo Brendan J. Cahill de Victoria, Texas. “Y cada historia, si la escuchamos, revela el poder de Jesucristo y el poder del Espíritu Santo”.