Estados Unidos

En Florida, dolor y pena tras tiroteo

Por Cynthia Thuma (CNS)
martes, febrero 27, 2018

Una joven llora al frente de un sitio con flores y otros objetos conmemorativos mientras estudiantes y padres llegan para una orientación en el campus el 25 de febrero en Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida. Foto: Angel Valentin, Reuters/CNS

PARKLAND, Florida (CNS) -- La masacre en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland dejó a los Estados Unidos tambaleándose, pero en la iglesia y escuela Mary Help of Christians el dolor y la pena eran especialmente palpables.

La iglesia, la escuela y el parvulario están a menos de una milla de la escuela secundaria donde un tirador mató a 17 personas durante la tarde del 14 de febrero. Sirenas sonaban y vehículos de emergencia pasaban a alta velocidad por la escuela católica durante toda la tarde. La escuela estuvo bajo cierre de emergencia casi tres horas y la mañana siguiente la parroquia se enteró que uno de sus miembros estaba entre las víctimas.

El ánimo en el parvulario era sombrío mientras los maestros compartían recuerdos de una de sus exalumnas, Gina Montalto. Ellos recordaban a la joven con su sonrisa contagiosa y personalidad efervescente. Cuando cursaba el primer año en Douglas, ella sobresalió como miembro del equipo de banderas y un grupo de baile.

El duelo por la muerte de Gina también se extendió a Coral Springs, ciudad vecina de Parkland, donde ella había sido miembro de un grupo juvenil de la escuela secundaria St. Elizabeth Ann Seton. Durante un servicio de oración vespertino el 18 de febrero, feligreses dijeron que recordarían “su dulce sonrisa y amable corazón”.

Ellos también estaban en duelo por la estudiante Cara Loughran, de 14 años, quien servía como ministra juvenil en el programa de educación religiosa de St. Elizabeth. Gina y Cara habían recibido el sacramento de la Confirmación en la iglesia el año pasado.

Los que conocían a Cara dijeron que ella siempre tenía una gran sonrisa y le gustaba el baile irlandés, los fines de semana en la playa y pasar tiempo con sus primos. Durante el servicio de oración del 18 de febrero los feligreses la recordaron como “un alma hermosa que será extrañada por todos los que la conocieron. Ella era verdaderamente un ángel en la tierra”.

En Mary Help of Christians, mientras se hacían planes para el funeral de Gina del 20 de febrero, la parroquia también estaba ayudando con el dolor sentido por otros en la comunidad cuyos hijos y sus amigos habían sido aterrorizados y traumatizados, y también estaban lidiando con sus padres quienes se sentían muy vulnerables.

La parroquia se movilizó rápidamente: rezaban rosarios cada dos horas el 15 de febrero, el día después del tiroteo. Esa misma noche la parroquia tuvo un servicio de oración bilingüe, una de varias vigilias religiosas realizadas en todo Parkland esa noche.

Dolor y pena se sentían también en otros lugares del condado Broward. En la ciudad de Hollywood, la parroquia Natividad se enteró de la muerte de uno de sus feligreses, Christopher Hixon, director atlético y entrenador de lucha en Stoneman Douglas. Hixon también había servido como director atlético en la escuela secundaria Blanche Ely en Pompano Beach y en la escuela secundaria South Broward en Hollywood.

Después del tiroteo, en el parque Pine Trails, 17 ángeles plásticos alumbrados están parados como centinelas en el anfiteatro Udine y 17 cruces invitan a la reflexión y la oración.