John DeCostanza

Cómo crear oportunidades para el servicio y el encuentro

enero 15, 2025

Aunque apenas hayan transcurrido unos días desde la Navidad, la transición que hemos vivido es del todo espectacular. Aquel al que hemos esperado por semanas, por fin ha llegado. Como recién señalaron las Sagradas Escrituras, los pastores, deslumbrados tras haber encontrado al niño Jesús yaciendo en el pesebre, partieron alegremente a divulgar la noticia. Todos los que la oyeron quedaron asombrados.

¿Con qué frecuencia sentimos asombro al conocer a alguien? ¿Al escuchar o presenciar algo? ¿Con qué frecuencia nos deslumbra una experiencia o un encuentro? ¿Con qué frecuencia nos permitimos ser tan abiertos, tan vulnerables?

Aunque haya pasado el día de Navidad, continúa la invitación a celebrar y festejar durante esta temporada de asombro y sorpresas. Entre nosotros nació un infante. ¿Qué resulta más asombroso que esto? Para iluminar esta oscuridad, una Luz. Es un recordatorio a buscar Su presencia, a diario, entre nosotros. A mostrarnos abiertos y vulnerables a Su presencia en nuestras vidas. A dejar que Él obre a través de nosotros y en nosotros.

Una manera importante de hacerlo, siguiendo nuestro llamado como católicos, es a través del servicio. En esta época del año en que contemplamos y reflexionamos sobre nuestro propósito vital y sobre qué cambios positivos podemos impulsar en nuestras vidas y en nuestro mundo, lo invito a plantearse cómo usted puede desarrollar una cultura de verdadero encuentro. Encuentro no significa indiferencia. No se trata de pasar de largo junto a alguien. Se trata de detenerse y sentarse junto a esa persona. No se trata de sentir lástima de los que son diferentes, ni de juzgarlos por todo lo que cargan, sino de sentir compasión, esperanza y, en efecto, asombro ante lo que cargan y cómo lo cargan.

 

En Caridades Católicas, en este Año Nuevo, invitamos a nuestros socios —tales como usted, los feligreses de su parroquia y todos los colaboradores de la Arquidiócesis— a plantearse cómo pueden responder al llamado a servir y abrir su corazón y espíritu a la posibilidad de un verdadero encuentro.

 

El año pasado, miembros del equipo de Caridades Católicas hablaron con más de 100 voluntarios, sacerdotes y socios de toda la región para obtener retroalimentación y perspectiva a fin de desarrollar una nueva estrategia de Fe en Acción. El objetivo de esta estrategia es involucrar a quienes sientan el llamado al voluntariado y fomentar vías de servicio de calidad superior. Mediante la reflexión profunda y la planificación, centramos esta estrategia y estas vías en eso que convierte al servicio en Caridades Católicas en algo verdaderamente especial y único: la oportunidad de encuentro.

Junto con el impacto significativo y la vivencia de la fe, el encuentro es uno de los elementos clave de nuestra estrategia de Fe en Acción.

Con el encuentro como prioridad, Caridades Católicas desarrolló una serie de principios para garantizar que las oportunidades de servicio se centren en las necesidades de las personas a las que acompañamos y, al mismo tiempo, sean significativas para los voluntarios y los socios.

El primero de estos principios es que cada experiencia de servicio debe promover el desarrollo espiritual y cultural. El servicio reconoce que la misión de caridad es un compromiso de por vida que va más allá de la temporada navideña.

El segundo es que las oportunidades de servicio deben ofrecer una interacción positiva con la abundante diversidad del pueblo de Dios, con las creencias católicas y con Caridades Católicas como organización.

El tercero es que los voluntarios deben poder confiar en que están ayudando a brindar un impacto sustancial a las personas a las que Caridades Católicas sirve, a la vez que atienden a los necesitados. Para ello, nuestros programas de voluntariado deben ofrecer calidad superior y procesos de rendición de cuentas, mediante un diseño meticuloso, supervisión de la calidad y objetivos de rendimiento.

Por último, y lo más importante, las oportunidades de servicio deben estar abiertas a todos. La capacidad financiera no debería determinar quién sirve o recibe servicio. La capacidad financiera tampoco debería definir cómo se involucra a los voluntarios o con quién se asocia Caridades Católicas. Todos son bienvenidos en este lugar.

El día de Navidad en Caridades Católicas fue un hermoso ejemplo de esta acogida radical en acción. Más de 200 personas y decenas de voluntarios se cobijaron del frío y compartieron una comida caliente en nuestras instalaciones en el centro de Chicago. Decenas de personas llegaron desde sus hogares o desde la calle para reunirse, comer, servir y celebrar juntos, como lo hacen todo el año cada día entre semana. Al comienzo de cada turno de voluntariado, nuestro personal recordó a los voluntarios que muchos de nuestros invitados —la mayoría de ellos en situación de calle y expuestos a diario a la inseguridad alimentaria— se han acostumbrado, debido a sus experiencias en la calle, a que la gente desvíe la vista en su presencia. Rara vez los transeúntes los miran a los ojos. Alentamos a los voluntarios a mirar a nuestros invitados, a verlos, a hacerlos sentir bienvenidos.

Lo aliento a unirse a mí para buscar nuevas maneras de adoptar un espíritu de encuentro en nuestras vidas en este Año Nuevo, y para seguir discerniendo cómo usted está siendo llamado a servir. Estamos agradecidos por los encuentros que tenemos a diario con las personas a las que servimos y junto a las que servimos, quienes con tanta frecuencia nos dejan, como a los pastores, asombrados y alegres.
Que no cesen las bendiciones y la alegría durante esta temporada de asombro.

John DeCostanza es vicepresidente de Fe y Misión y director ejecutivo de la Sociedad San Martín de Porres para Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Chicago. Si desea más información sobre cómo asociarse con Caridades Católicas, visite catholiccharities.net.

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