Colleen Kennedy, vicepresidenta de Avance Institucional para Caridades Católicas

Demos vida al milagro y asombro de la temporada navideña

noviembre 26, 2024

Esta comunidad se basa en el amor y la aceptación. Me inspira. Me motiva a seguir adelante. — Calvin, comensal en las cenas de los martes

No podría estar más de acuerdo con Calvin. En nuestra comunidad de Caridades Católicas amamos y aceptamos al prójimo. Cuando respondemos con generosidad a las necesidades de quienes nos rodean, el amor crece y abunda el asombro. Nuestra empatía en acción nos conecta con algo más allá de lo corriente, y de nosotros mismos.

Cada tarde entre semana, Calvin se desplaza más de 10 millas para llegar hasta el programa de cenas Sister Joyce Dura, O.S.F. Hay muchos lugares más cercanos donde podría obtener alimentos para nutrir su cuerpo. Pero en Caridades Católicas también obtiene alimentos para el alma. Calvin es un valioso integrante de esta comunidad. Él no solo recibe, es también un conducto a través del cual el amor y la aceptación se extienden a otros que acuden a nosotros y se reúnen cada noche alrededor de la mesa para compartir una cena.

En Caridades Católicas tenemos la bendición de presenciar cada día el amplio alcance de nuestra labor de desarrollo comunitario. A diario crece el amor y abunda el asombro.

Este último año, gracias al compromiso de nuestro personal de primera línea y la generosidad de nuestra extensa comunidad de socios, acompañamos y atendimos a más de 374,000 personas a través de los condados de Cook y Lake. Los acogimos en momentos de crisis, proporcionándoles comida, conexiones a vivienda y asistencia de emergencia. Y caminamos junto a ellos, empoderando a las madres mediante recursos para adquirir autosuficiencia y transformar sus vidas y las de sus hijos, y ofreciendo a las personas mayores vivienda, conexiones y apoyos que honran su inherente dignidad.

Caminar junto a otros conforme imaginan y logran sus metas es un privilegio: personas como Ashley, que han cumplido metas que creían estaban fuera de su alcance. Ashley es una madre soltera que tenía dificultades para llegar a fin de mes, e inicialmente le preocupaba que el compromiso de cinco años que implica el Programa de Autosuficiencia Familiar de Caridades Católicas pudiera resultar abrumador. Aun así, confió en que el programa era una oportunidad para adquirir estabilidad a largo plazo para sí misma y para su familia. Obtuvo apoyo para establecer metas y alcanzarlas. También recibió aliento; aun cuando dudaba de sí misma, contaba con el respaldo de su equipo, que le transmitía su confianza en ella. En la actualidad, Ashley se enorgullece de tener un empleo estable con el que se siente feliz, un hogar con dormitorios separados para sus hijos, y está en proceso de ahorrar.

Cada vez que nos vemos reflejados en el prójimo, cada vez que tendemos la mano, crece el amor y abunda el asombro. Se refleja en nuestro compromiso de amarnos el uno al otro como Jesús nos ama. Se refleja en los cientos de miles que acuden a nosotros y confían en que los acompañaremos en momentos de angustia. Se refleja en el personal que lidera con compasión valiente y con alegría.

Se refleja en Calvin. Se refleja en Ashley. Se refleja en socios como usted, que nos acompañan a través del servicio, las oraciones y el apoyo financiero.

Usted es un integrante vital de nuestra comunidad de Caridades Católicas, una fuerza mayor que la de cualquiera de nosotros por separado. Juntos, día tras día, nos acompañamos los unos a los otros en nuestros caminos. Juntos, transformamos vidas.

Nos quedamos asombrados de todo lo que carga el prójimo. Pero no nos quedamos quietos. Avanzamos con los brazos extendidos. Porque Dios nunca quiso que lleváramos nuestras cargas solos.

El compromiso de nuestros socios con nuestra labor brinda esperanza y sanación a comunidades enteras. Demuestra nuestra creencia común de que nadie está solo, sino que nos pertenecemos los unos a los otros.

Así se manifiesta nuestro llamado a vivir y amar. Y este tipo de amor crece hasta transformarse en algo más grande de lo que jamás podríamos lograr por separado.

Gracias por formar parte de la comunidad de Caridades Católicas, y gracias por dar vida al asombro y el milagro de esta temporada.

 

 

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