Shivonnia Dickson, vicepresidenta de Acceso-Operaciones del programa WIC para Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Chicago.

Alimentar a las familias nutre el cuerpo y también el alma

mayo 31, 2024

Cuando Jessica* acudió a uno de nuestros centros nutricionales WIC, no disponía de abrigos para sus hijos. Un equipo de colegas de Caridades Católicas se encontraba ese día en el centro presentando un evento pop up. Jessica, junto con alrededor de otras 60 personas, se llevó a casa no solo alimentos, sino también abrigos, calcetines, ropa interior y pañales —artículos básicos que todo menor necesita para crecer sano—.

Se estima que uno de cada dos bebés nacidos en EE. UU. en la actualidad se beneficia del Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños (WIC, por sus siglas en inglés) del gobierno federal. El objetivo del programa es ayudar a las mujeres embarazadas y a las madres de bebés y niños menores de cinco años que tengan dificultades económicas a obtener los alimentos de calidad que ellas y su familia necesitan.

Apoyar a mamás como Jessica es la esencia de nuestra labor diaria en los centros nutricionales WIC de Caridades Católicas. Atendemos a madres y familias de todos los ámbitos sociales, tanto las que han vivido en Chicago por generaciones como las que podrían ser recién llegadas.

Qué tan bien atendemos a las madres, bebés y niños determina lo que sucederá en el futuro. Nuestra meta es ayudar a las familias a mejorar sus vidas y su bienestar. Es algo que logramos facilitando el acceso a recursos, servicios y apoyos que previenen los futuros problemas de salud y alivian el estrés diario, a la vez que construyen cimientos sólidos para las generaciones futuras.

Cuando Catholic Charities se incorporó a este ministerio en 1993, solo teníamos cuatro centros nutricionales WIC. En la actualidad, contamos con 14 centros nutricionales WIC en toda el área de Chicago. Más de 59,000 cuidadoras y menores obtuvieron beneficios en uno de estos centros durante el año fiscal 2023.

La idea es crear un entorno de apoyo que permita a las familias prosperar y a los menores alcanzar su pleno potencial. Sí, estos centros nutricionales proporcionan alimentos nutritivos, pero su alcance va mucho más allá. Constituyen un punto de conexión para las madres y las familias. No solo se integran en la comunidad, sino que ayudan a crear comunidad en vecindarios donde las personas a menudo enfrentan barreras para acceder a los artículos de necesidad básica, como la comida de calidad para ayudar al crecimiento de un bebé.

Nuestros centros nutricionales WIC acogen a las madres con atención personalizada. Ellas aprenden qué tipo de frutas, verduras, cereales y otros productos saludables se encuentran disponibles para ayudarlas a cuidarse y a cuidar a sus hijos. Comprendemos las dificultades que encaran, valoramos sus necesidades no satisfechas y las conectamos con recursos para adquirir una mayor estabilidad en su vida. Las arropamos con un apoyo que ellas podrían no saber cómo conseguir, algo que resulta crucial —y que solo es posible gracias a nuestros generosos socios de Caridades Católicas—.

Por ejemplo, ofrecemos programas educativos sobre nutrición que presentan a las clientas temas mensuales, con información nutricional que pueden llevarse a casa, demostraciones culinarias y degustaciones con fichas de receta. Contamos con terapeutas de salud mental que atienden en varios centros nutricionales WIC. Asimismo, ofrecemos una gama de servicios, incluidas doulas prenatales y posparto, clases de crianza, cuidado infantil y recursos para el desarrollo. Durante la temporada de impuestos, una de nuestras agencias asociadas ofrece asistencia con los temas tributarios. Buscamos la innovación constante en las maneras de apoyar a las madres y familias.

Me enorgullece formar parte del equipo WIC en Caridades Católicas y prestar servicio junto a personas que llevan en el programa desde que se inició en 1993. Nuestra misión, y la misión del servicio al prójimo, me acompañan al trabajo cada día. Somos un ministerio lleno de fe y nos deleitan los encuentros cotidianos que tenemos con las madres y las familias.

A diario acuden a nuestro centro madres que buscan ofrecer a sus hijos la mejor vida posible. Alimentar a sus familias es bueno para el cuerpo, y también es bueno para el alma. Los invito a unirse a nosotros para apoyar a la siguiente generación realizando hoy mismo una donación a Caridades Católicas. Únicamente podemos desempeñar esta labor con las mamás y las familias mediante nuestra asociación con personas generosas como usted.

 

*Se cambió el nombre para proteger su identidad.

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