“Queridísimas mamás, gracias, gracias por lo que sois en la familia y por lo que dais a la Iglesia y al mundo”. – Papa Francisco La maternidad es una responsabilidad hermosa e impresionante. Como madre que soy, puedo afirmar que no hay nada igual. La maternidad brinda una infinidad de oportunidades para experimentar el amor más allá de lo imaginable. Y, aun así, criar a los hijos puede ser una tarea increíblemente difícil. Esto es particularmente cierto para las madres que luchan por satisfacer las necesidades cotidianas, se encuentran en situación de calle o experimentan violencia. Gracias a los donativos benéficos que Caridades Católicas recibe cada año de parte de miembros generosos de la comunidad como usted, ninguna madre tiene que hacerlo sola. Las madres que cuidan de sus hijos en circunstancias extraordinarias ocupan un lugar muy especial en nuestra misión en Caridades Católicas. Mediante su colaboración y generosidad, las madres reciben un acompañamiento intensivo y compasivo, sin importar en qué etapa se encuentren en su trayectoria. Nuestros equipos ofrecen a las madres esperanza, respeto y una amplia gama de programas que las empoderan para cuidar y defender a sus hijos, lo que incluye: Un apoyo exhaustivo durante el embarazo y los primeros años críticos de la vida de su hijo, incluidos servicios de doula, visitas a domicilio hasta la edad de tres años y grupos de apoyo a la crianza. Alimentos y otras ayudas para madres e hijos que se encuentran en riesgo nutricional o que padecen inseguridad alimentaria. Una gestión paciente e intensiva de casos que ayuda a capacitar a las madres para lograr una estabilidad financiera a largo plazo y construir un futuro seguro para ellas y sus hijos. Vivienda segura, y espacio y tiempo para sanar de la violencia doméstica. Nuestros dos recintos residenciales para sobrevivientes de la violencia doméstica, junto con nuestros servicios comunitarios, proporcionan a las madres los recursos y la comunidad que necesitan para marcar una senda adelante más segura y feliz. La pobreza y los desafíos que esta conlleva calan hondo y a menudo abarcan varias generaciones. En Caridades Católicas estamos comprometidos a ayudar a cada madre que se nos acerque a sobrellevar los desafíos y encontrar estabilidad para que ellas —y sus hijos— puedan prosperar. Veamos a Crystal (El nombre se ha cambiado para proteger su identidad), una madre adolescente del extremo sur de Chicago. Estando embarazada, Crystal comenzó a visitar nuestro centro de comestibles WIC en Roseland para asegurarse de estar recibiendo los nutrientes que necesitaba para ella y para su bebé. Estos incluían frutas y verduras frescas, productos integrales, lácteos y proteínas, todos ellos alimentos difíciles de encontrar y pagar cuando se vive en un desierto alimentario. Allí conoció el Programa para Padres Adolescentes de Roseland. Ahora, Crystal recibe visitas semanales a domicilio de un administrador de casos que se asegura de que su hija esté cumpliendo los hitos de su desarrollo y de que Crystal tenga lo que necesita para mantener una situación de vida estable y seguir centrada en sus metas educativas. Su trabajadora social orientó a Crystal sobre los beneficios de la lactancia materna y sobre cuándo y cómo introducir alimentos sólidos a su hija. También alentó a Crystal a unirse a un grupo de apoyo a padres de Caridades Católicas para conocer a otras madres de niños pequeños, aprender más sobre cómo fomentar el desarrollo cerebral de su hija y hacer nuevos amigos que entiendan por lo que está pasando. Reflexionando sobre su experiencia con Caridades Católicas, Crystal dice: “Siempre hay alguien que está de tu lado. Si necesitas cualquier tipo de apoyo, ellos te apoyarán”. Todos los días, Caridades Católicas recibe a madres como Crystal con los brazos abiertos, dispuestos a acompañarlas con una compasión valiente y a caminar a su lado solidariamente, con esperanza y alegría llenas de fe. Somos una organización de servicios humanos fundamental para nuestra región, y no podemos hacer nuestra labor sin su colaboración. A través de sus donativos inspiradores a nuestro Llamado Anual del Día de las Madres, hemos acompañado a una infinidad de madres en su lucha por proporcionarles lo que resulte mejor para sus hijos. Seguiremos haciéndolo gracias a su apoyo este año. Juntos, no sólo rendimos homenaje a las madres, sino que también las alentamos. Empoderamos a las madres para tener éxito en el presente, multiplicando así la esperanza a través de las generaciones. Para obtener más información sobre cómo Caridades Católicas apoya y empodera a las madres necesitadas, o para hacer un donativo, visite catholiccharities.net.