Por los últimos 17 años, he tenido el privilegio de ayudar a personas en situación de calle en la transición a una vivienda segura y estable a través del departamento de Administración de Casos de Vivienda de Caridades Católicas en el condado de Lake. Tener un lugar al que llamar hogar resulta vital para que las personas puedan llevar una existencia saludable que les permita vivir con dignidad y alcanzar su pleno potencial. Caridades Católicas tiene la bendición de contar con un increíble equipo de profesionales altamente capacitados para cumplir con las singulares necesidades de las personas carentes de vivienda. Además, contamos con otro ingrediente crucial: el extraordinario apoyo de los voluntarios y donantes que nos ayudan a dar la bienvenida al hogar a familias sin techo. ¡No podríamos realizar esta importante labor sin ellos! A medida que han aumentado tanto los costos de la vivienda como el número de personas sin techo, también ha crecido el departamento de Administración de Casos de Vivienda en el condado de Lake, que ahora se compone de tres programas diferenciados: Housing Advocacy y Youth Housing Advocacy atienden a jóvenes que superen la edad de elegibilidad en el sistema de acogida temporal y a familias involucradas con el Departamento de Servicios para Niños y Familias (DCFS, por sus siglas en inglés); el programa Critical Time Intervention-Representative Payee (CTI-RP) atiende a personas en situación de calle crónica y con una discapacidad demostrada; y el Rapid Rehousing Program atiende a familias que viven en refugios para víctimas de violencia doméstica, refugios para personas sin techo (tales como los del programa PADS), automóviles, carpas u otros lugares no diseñados para albergar a seres humanos. En total, atendemos a un promedio de 88 personas al mes y coordinamos la transición de 12 grupos familiares a apartamentos cada mes. Las personas y familias a las que atienden estos programas obtienen un subsidio de alquiler por un periodo de tiempo, así como una gama completa de servicios profesionales de apoyo que les ofrece Caridades Católicas. Es un día realmente feliz cuando los clientes se trasladan a un apartamento. Ya han soportado tantas dificultades. Conseguir un lugar al que llamar hogar resulta fundamental para que puedan salir adelante en la vida. Aun así, la mayoría de nuestros clientes empiezan desde cero. Carecen de todo. Y aquí es donde nuestros increíbles voluntarios y donantes entran en acción para ayudarnos a crear un verdadero hogar. El primer orden del día es conseguir mobiliario para los apartamentos, algo que hace posible la iniciativa Sharing Hands Furniture Ministry en la iglesia católica St. Mary of Vernon de Indian Creek. El ministerio corre a cargo de Jim Wogan, un antiguo empleado de Caridades Católicas convertido en voluntario. Por los últimos 32 años, Jim y su equipo de entregados voluntarios se han dedicado fielmente a recoger donaciones de muebles, almacenarlos y luego repartirlos entre las familias necesitadas del área central del condado de Lake. El ministerio ha crecido a lo largo de los años, según se fue multiplicando el número de voluntarios y un generoso donante adquirió cinco camiones para la labor que estos realizan. Para las personas que carecen de muebles y que no disponen de un camión ni de medios para adquirir ni siquiera un artículo “gratuito”, este ministerio del mobiliario resulta indispensable. Una vez resuelta la cuestión de los muebles, lo siguiente son los artículos del hogar. Hace algunos años, el Consejo de Mujeres del Condado de Lake de Caridades Católicas inauguró el Welcome Home Project, que facilita ropa de cama, utensilios de cocina y otros artículos del hogar a los clientes que se trasladan a un apartamento. El Welcome Home Project, que fue establecido por la integrante del Consejo de Mujeres Colleen Bowman y en la actualidad corre a cargo de las integrantes Gina Zisook y Sondra Adam, se ha convertido en una maquinaria bien engrasada. Los trabajadores sociales de Caridades Católicas llenan un formulario de solicitud donde indican los artículos que se necesitan. Gina y Sondra revisan el formulario y lo cotejan con el inventario de artículos donados que se organizan en anaqueles a rebosar en el garaje de Gina. Si hay algo de lo que aún no dispongan, envían un mensaje de texto grupal al Consejo de Mujeres y a menudo en cuestión de horas aparecen los artículos necesitados en la puerta de Gina. A continuación, Gina y Sondra empacan los artículos y los entregan a la oficina de Caridades Católicas en Waukegan para que los trabajadores sociales puedan repartirlos entre los clientes. A menudo realizan como mínimo dos, y a veces de cuatro a cinco entregas por semana. La labor de Jim y su ejército de voluntarios y de las integrantes de nuestro Consejo de Mujeres para auxiliar a las familias sin techo en el condado de Lake resulta inspiradora. Realmente no existe ningún otro recurso para lo que proveen a nuestros clientes. Su dedicación verdaderamente atestigua el llamado al servicio mutuo y demuestra lo que se puede lograr cuando todos trabajamos juntos. Nuestro profundo agradecimiento a Jim y a su equipo, así como a todas las integrantes de nuestro Consejo de Mujeres, por ayudar a Caridades Católicas a dar la bienvenida al hogar a familias sin techo. ¡No podríamos lograrlo sin ustedes!