Marie Jochum, directora senior de Proyectos Especiales en Caridades Católicas

Acompañar a cualquier persona en necesidad

viernes, septiembre 30, 2022

Desde finales de agosto, he reflexionado continuamente sobre el papel de vital importancia que desempeña Caridades Católicas en el testimonio de un mensaje de misericordia y esperanza a un mundo en necesidad.

Como parte del equipo de Caridades Católicas que recibe a los cientos de migrantes que llegan a Chicago, nuestros dedicados administradores de casos bilingües realizan evaluaciones iniciales de necesidades con cada individuo o familia, la mayoría de los cuales son de Venezuela, y conectan a aquellos que se dirigen a otros destinos con familiares, amigos y refugio.

Hemos aprendido que la mayoría de los venezolanos son católicos. He podido ver, por primera vez, lo reconfortante que es ser recibido por el equipo de Caridades Católicas. Nos fortalece y sustenta no sólo el poder y la fuerza de la comunidad de empleados de Caridades Católicas, voluntarios y socios, sino también por el poder de la oración.

Desde mediados de septiembre, más de 700 migrantes han pasado por el centro de recepción, muchos llegaron en autobuses, pero algunos también vinieron a nosotros a través de parroquias en la Arquidiócesis de Chicago.

A menudo, solo hay un día de aviso o menos antes de que nuestro equipo de Caridades Católicas deba movilizarse, pero el compromiso de ayudar a aquellos que enfrentan una crisis y la dedicación a nuestra misión nunca han flaqueado.

Hacemos este trabajo porque nuestro llamado de fe incluye dar la bienvenida al extranjero y ayudar a cualquiera que lo necesite. Caridades Católicas hace esto todos los días a través de nuestros programas. Hemos tenido esta responsabilidad durante crisis anteriores y seguimos haciéndolo para nuestros hermanos migrantes.

Por supuesto, no hacemos esto solos.

Estamos agradecidos por el liderazgo del cardenal Cupich, ansiosos por profundizar nuestra asociación con el Ministerio de Inmigrantes de la Arquidiócesis, y comprometidos a trabajar más estrechamente con las parroquias locales. También nos acompañan socios como el Proyecto Resurrección, El Ejército de Salvación y el Departamento de Servicios Familiares y de Apoyo de Chicago.

A medida que cada migrante es recibido, nuestro equipo es testigo de su frágil condición, sin embargo, se pueden ver brillos de esperanza y optimismo a través de momentos que alimentan nuestro espíritu.

En particular, un niño de siete años que llegó al centro de recepción se bajó de un autobús ondeando una bandera estadounidense, saltando alegremente y diciendo en voz alta "¡Hola, hola, hola!". Incluso en medio del difícil viaje de su familia, su espíritu estaba fortalecido, viendo esta experiencia agotadora como una aventura. Su madre declaró lo agradecida que estaba por su perspectiva, un sentimiento que ella mantendrá en su corazón a medida que su viaje para encontrar un nuevo hogar continúa.

Dios nos llama a estar presentes para cada persona que nos encontramos, ya sea en la calle en nuestras propias comunidades, o en un centro de recepción de migrantes. Siempre agradezco la respuesta de Caridades Católicas, ya que estamos llamados a servir y acompañar a los más vulnerables, los que sufren, los ignorados, acompañando a cualquiera que esté en necesidad.

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