Ángel Gutiérrez, Vicepresidente de Promoción Institucional, Caridades Católicas

Ayudar a los necesitados, un corazón a la vez

martes, noviembre 30, 2021

Desde que era un niño, Mateo 25:35 ha tenido una atracción especial en mi corazón: “Porque tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber, era emigrante y me recibieron, estaba desnudo y me vistieron, estaba enfermo y me visitaron, estaba encarcelado y me vinieron a ver... Les aseguro que lo que no hicieron a uno de estos más pequeños no me lo hicieron a mí. Éstos irán al castigo perpetuo y los justos a la vida eterna”. (Mateo 25:35-36, 40)

Para un niño al que le costaba quedarse quieto durante la misa, sentí que la llamada a la acción de Jesús —ayudar activamente a quien tuviera dificultades en la vida— era algo muy tangible para mí. Yo podía verlo; yo podía hacerlo. Y como adulto que, incluso ahora, puede tener problemas para sentarse y quedarse quieto durante la Misa, saber que nuestra fe no descansa en los bancos, sino que se extiende activamente más allá de los muros de nuestra iglesia, me ayuda a dar vida al Evangelio.

Por eso me he sentido tan bendecido por formar parte de Caridades Católicas durante los últimos 23 años. Cada día, Caridades Católicas responde a la rotunda llamada de Jesús de servir y acompañar a los vulnerables, a los ignorados y a los que sufren. Ya sea proporcionando una bolsa de comida en una de nuestras despensas, acogiendo de forma segura a una madre y a sus hijos que huyen de la violencia doméstica, entregando comidas calientes a personas mayores confinadas en casa, asesorando a los afectados por un trauma, o sirviendo a la gente a través de cualquiera de nuestros 55 programas, Caridades Católicas se siente honrada de hacer la importante labor que inspira nuestra fe. Junto con nuestros voluntarios y donantes, somos las manos de Cristo en el mundo, sirviendo a las personas independientemente de su religión, raza o etnia, y preguntando únicamente: “¿Cómo podemos ayudarte?”. 

Los últimos 21 meses de la pandemia de COVID-19 han sido difíciles para los necesitados, especialmente en las zonas más afectadas de los condados de Cook y Lake. La demanda de servicios de Caridades Católicas se duplicó y triplicó en muchas localidades. Las repercusiones sanitarias y económicas a largo plazo del COVID-19 se agravan en las personas que ya se enfrentan a la pobreza, y especialmente en las personas de color, que han experimentado mayores tasas de infección, más pérdidas de vida, mayores pérdidas de empleo, menos acceso a los servicios necesarios y más interrupción de su escolarización. Estamos llamados a llevar ayuda y esperanza a estos hermanos nuestros más vulnerables para que no se queden aún más atrás. 

Si aún no formas parte de la misión de servicio de Caridades Católicas, por favor, considera la posibilidad de donar juguetes o regalos a nuestra Celebration of Giving (Celebración de donativos), hacer una contribución económica a nuestro Llamamiento de Fin de Año o asistir a nuestra mayor gala de recaudación de fondos, el Baile de San Nicolás, el 4 de diciembre. Juntos, podemos hacer más, respondiendo a la llamada de Jesús a la acción, llegando a los hambrientos, a los sintecho, a los que sufren... una persona, un corazón a la vez.

Para saber más, visita www.catholiccharities.net.

Advertising