Área de Chicago

“Le devolvemos su vida a las personas”: Devices 4 the Disabled recicla dispositivos de movilidad para la gente

Por Michelle Martin
jueves, julio 3, 2025

Blaze Nacker y Chris O’Shea ajustan equipo en la bodega. Foto: Karen Callaway/Católico

Hace diez años, Bob Shea y el fallecido Ed Kane, feligreses de St. Mary of the Woods, recién estaban poniendo en marcha Devices 4 the Disabled, recogiendo dispositivos de movilidad como sillas de ruedas y andadores, de las familias que ya no los necesitaban y almacenándolos en el sótano de la Iglesia St. Philip Neri antes de prestárselos a otras personas que los necesitaban.

Ahora la organización sin fines de lucro tiene un almacén, un centro de distribución y personal remunerado, así como relaciones con varios hospitales de la red de seguridad social. Distribuye alrededor de 3,000 dispositivos al año.

“Hace nueve años, todo era sólo de boca en boca”, dijo Shea. “Ahora trabajamos con los hospitales de la red de seguridad: Stroger, Cook County Health, Mount Sinai Hospital. Sus trabajadores y terapeutas pueden recomendarnos a personas. También seguimos trabajando a través de organizaciones e iglesias”.

Aproximadamente el 80% de los clientes ahora provienen de referencias y trabajan con el personal, incluyendo la directora ejecutiva Jessica Corbus, una fisioterapeuta que trabajó en programas de terapia física en Kankakee Community College y Governor’s State University, para asegurarse que el equipo sea el apropiado para el cliente.

Pero las raíces de la organización se remontan a las experiencias que tanto Shea como Kane tuvieron cuando quedaron discapacitados en el mejor momento de sus vidas. Shea contrajo el síndrome de Guillain-Barré y estuvo paralizado durante siete meses en cuatro hospitales. En 2011, mientras Shea estaba en recuperación, su amigo fue diagnosticado con ALS.

Ambos descubrieron lo difícil y costoso que podía ser obtener lo que necesitaban para navegar en sus mundos.

Por ejemplo, el médico de Kane le recetó una compleja silla de ruedas. La silla costaba $30,000; el seguro de Kane cubriría $2,500, dijo Shea.

Kane, que falleció en 2016, pudo usar ahorros de jubilación para pagar su silla, pero para la mayoría de las personas, esa no es una opción.

“Nuestra experiencia nos enseñó lo importante que es este equipo”, dijo Shea, a quien una vez le dijeron que nunca volvería a caminar pero ahora camina con aparatos ortopédicos en las piernas. “Te devuelve la vida”.

Shea y Kane comenzaron a buscar para ver qué opciones estaban disponibles para las personas que no podían costear lo que necesitaban.

“En la ciudad de Chicago, donde hay más de 500,000 personas discapacitadas de una forma u otra, sólo pudimos encontrar un pequeño casillero de préstamo en el sótano de la iglesia St. Gertrude”, dijo Shea.

Al mismo tiempo, la mayoría de las agencias que atienden a personas necesitadas o discapacitadas no aceptan donaciones de equipo médico duradero usado, mencionó. Así que Shea y Kane decidieron llenar ese vacío.

Shea mencionó que las conexiones de la organización con clínicas y hospitales de la red de seguridad social los han llevado a ayudar a muchas personas que quedaron discapacitadas por la violencia armada.

“Vemos muchos casos difíciles”, dijo. Él recordó a una familia en la que la hija de 19 años estaba sentada en el porche del frente y fue baleada, aunque no era el objetivo previsto. Quedó cuadripléjica y conectada a un respirador, y sin el equipo necesario, su madre no podría cuidarla en casa.

Devices 4 the Disabled pudo proporcionar a la familia un elevador para el porche, un elevador para pacientes y una silla de ruedas motorizada que la joven mujer puede operar sorbiendo aire desde, o soplando aire a, un popote.

La joven mujer, que ahora tiene 22 años, está viviendo en el hogar con su familia y tomando clases en la universidad, dijo.

“Le devolvemos su vida a las personas”, comentó Shea. “Hay personas en los suburbios que piensan que ese nivel de desesperación sólo existe en algún país muy, muy lejano. Está a sólo un par de millas de distancia”.

Otro cliente, Misael Suarez, se convirtió en voluntario, trabajando con clientes que vienen a buscar sus equipos del centro de distribución durante su horario de apertura los miércoles.

Suarez, de 23 años, fue baleado en 2021 cuando estaba en un automóvil con un amigo. El amigo estaba esperando a alguien y decidió alejarse en el automóvil cuando vio que un grupo se fijaba en ellos. A medida que se iban, alguien abrió fuego.

Devices 4 the Disabled ayudó a la madre de Suarez a conseguir un elevador motorizado para su casa y lo ayudaron a conseguir una segunda silla de ruedas, por lo que tiene tanto una silla manual como una silla motorizada.

Suarez dijo que está feliz de ayudar en el centro de distribución, principalmente ofreciendo asesoramiento a los clientes.

“Simplemente porque a veces hay personas que son nuevas en su discapacidad”, explicó. “A veces hay cosas sobre las que los hospitales no los educan o no pueden encontrar recursos o formas de obtener ayuda para ciertas cosas. Es fácil para mi ayudar a la gente, a decirles cómo hacer ciertas cosas”.

Él también ayuda a interpretar para los clientes que hablan español, dijo.

No hay restricciones sobre las personas que se benefician de Devices 4 the Disabled.

“Cuando nos refieren a alguien, no pedimos papeleo. No pedimos ninguna identificación”, mencionó Shea. “Sólo les pedimos que firmen que recibieron el equipo como donación...Hay personas que tienen miedo de salir de las sombras. Ellos simplemente consiguen el equipo que necesitan y se van”.

La organización también aporta un valor a las familias que donan los equipos, dijo Shea. En el nivel más básico, es una organización ecológica, reutilizando artículos que de otra manera terminarían en vertederos.

Pero saber que alguien se beneficia de su donación puede ayudar a las personas a sobrellevar la pérdida de sus seres queridos.

“Hay una historia para cada pieza de equipo”, dijo Shea. “Esa era la vida de alguien. Esa era la madre de alguien. O, ya sabes, has creado un legado para tu hijo. La vida de alguien cambiará profundamente gracias a la silla de ruedas de tu hijo. La gente dice: ‘el andador de mi madre, la silla de ruedas de mi madre; no podía simplemente tirarlo’. No teníamos idea cómo la gente que dona los equipos se beneficiaría”.

Hay algunos límites sobre lo que Devices 4 the Disabled puede aceptar. Las sillas de ruedas eléctricas, por ejemplo, deben tener menos de siete años y estar funcionando cuando se donen.

El personal de la organización puede hacer algunas reparaciones y ajustes, señaló Shea. Todos los equipos donados son inspeccionados y desinfectados.

“Quizás los frenos necesitan ser apretados”, dijo. “Quizás necesita un cojín”.

Devices 4 the Disabled puede proporcionar equipos, como sillas para la ducha, que con frecuencia no están cubiertos por la cobertura del seguro que “se detiene en la puerta del baño”, dijo Corbus, o ayudar a cubrir otras brechas en los seguros.

“Realmente es un problema sistémico de nivel más alto que requiere que estemos aquí”, dijo. “Tenemos limitaciones en el seguro. Un usuario de silla de ruedas de por vida puede obtener una silla de ruedas –una–  cada cinco años. No duran tanto. O tenemos individuos que tienen su único dispositivo, y es robado o destruido”.

Corbus, que se convirtió en directora ejecutiva en 2023, dijo que comenzó a considerar trabajar para la organización después de unirse a un colega en un viaje de servicio de Devices 4 the Disabled a Durango, México, donde también suministra equipos.

Mientras discernía qué hacer, sufrió un derrame cerebral, dijo. Mientras se recuperaba, esa experiencia le ayudó a obtener una comprensión de primera mano de los obstáculos que las personas discapacitadas enfrentan.

“He podido convertirme en una sanadora herida”, comentó Corbus, agregando que aunque gana significativamente menos dinero, el puesto tiene sus propias recompensas.

“Poder trabajar con las personas para saber y ver, sin lugar a duda, que la necesidad está siendo satisfecha y estamos haciendo la diferencia en este mundo, eso es importante”, señaló. “Aquí la bondad y la compasión son reales”.

Si bien Devices 4 the Disabled ha crecido, Shea quiere verlo crecer aún más.

“Nuestro objetivo es ser una organización sin fines de lucro nacional”, dijo. “No hay una zona del condado que no pudiera utilizar una oficina de Devices 4 the Disabled”.

Para más información, visite devices4thedisabled.org.

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