El padre David Arcila recuerda que desde muy niño, en su natal Colombia, tenía una fascinación con los nacimientos, esos pesebres en miniatura que recuerdan el nacimiento de Jesús. Ese mundo de figuras y casas pequeñas, ríos y montañas que la gente recreaba con mucho ingenio, capturaba su imaginación infantil. El padre David sabe que esta tradición popular es todavía una forma poderosa de expresar el espíritu de la Navidad. Ahora, ya como sacerdote de la Arquidiócesis de Chicago, el padre David da rienda suelta a su imaginación creativa, a sus inquietudes artísticas, en el nacimiento que instala cada año en su parroquia, Mary Mother of Martyrs, en Des Plaines. Son ya siete años de instalar este nacimiento, y el padre se da cuenta de que cada vez se expande más. “Desde muy joven me gustaba hacerlo en la casa” le dijo el padre a Alejandro Castillo en el programa La hora católica: Misa y más, “me peleaba yo por hacerlo. Desde pequeño recuerdo que buscaba materiales, y mentalmente estaba trabajando a ver cómo hacía y cómo lo organizaba. Y pues, siempre he tenido ese deseo de poder realizar un pesebre de un tamaño un poco más grande, siempre por los espacios reducidos”. En esa conversación, el padre David dijo que en la rectoría de la parroquia empezó a hacer un nacimiento pequeño. Como no le gusta hacerlo igual, que lo fue cambiando cada año, hasta que se dio cuenta de que ya tenía 234 portales hechos. “¿Por qué no los unimos juntos?” pensó el padre. “Prácticamente hace siete años empezamos a pensar de esta manera. Y fue esto lo que me dio la idea de hacerlo. Sí, siete años elaborándolo y cada año lo extiendo más. O sea, cada año le añado una casita, le añado un camino, busco otras figuritas, entonces me inspira más y ya aquí en la parroquia están preocupados que no les dejo espacio para entrar, porque cada vez tomo más el lobby de la iglesia”. El nacimiento, como se ha desplegado este año, tiene 22 pies de largo. “Toma bastante tiempo y dedicación” dijo. “Un domingo estaba muy cansado después de la misa de las cinco de la tarde. Empecé a las 6:30, terminé a las 11p.m. como nuevo, porque elaborarlo no es un trabajo para mí, es como una oración, o sea, yo lo convierto en una oración, pongo villancicos, pongo música de fondo; los villancicos son hermosísimos, entonces se va volviendo como una manera de orar. No es un trabajo, así que sería difícil contar cuánto tiempo lleva en total”. El padre David alimentó su vocación creativa y artesanal cuando estudió en el colegio de los salesianos en Colombia, donde el primer año había que pasar por distintos talleres: mecánica, ebanistería, soldadura, dibujo, carpintería, impresión de libros. “Yo escogí ya dibujo mecánico y dibujo arquitectónico” dijo, “entonces eso me ayudó como a mirar, a adquirir perspectivas de cosas. Y eso me ayudó también a ser creativo, a buscar materiales. Entonces yo voy a la tienda de juguetes y recorro todas las secciones, especialmente materiales, la arena, los ladrillos, todo eso busco y empieza la mente a trabajar”. Los nacimientos del padre David son muy elaborados y requieren paciencia. “Hace tres días necesitaba unas piedras rojas” dijo. “Y pues encontré unas piedras grandes y me puse a darles martillazos hasta obtener el tamaño pequeño”. “Busco materiales de instalación de las casas, utilizo muchísimo la espuma para llenar los huecos, la lleno, la pinto, por ejemplo”. En el colegio Don Bosco aprendió también a trabajar la electricidad y los cables, cómo hacer circuitos. “Debajo de todo esto” dijo señalando el nacimiento, “hay una estructura eléctrica para simular una luz tenue. (Necesitaba) una luz, de la que no se vean los bombillos, pero que se vea el azul del agua. Entonces, por debajo, me tomó casi una semana tratar de conectar toda aquella parte eléctrica.” “Ahora yo voy mirando cualquier cosa en la calle, plásticos, piedritas y todo me va sirviendo” añadió. Este hermoso pesebre de Belén está abierto para quien lo quiera visitar, está en la parroquia trasera de la iglesia St. Mary, en 794 Pearson St. en Des Plaines. Para asegurarse que aun esté disponible, llame a la parroquia: (847) 824-2026 y (847) 824-8144 “Aquí en esta iglesia estaría los martes y los jueves, que es la misa en la tarde, se abre a las 5 de la tarde y se cierra a las siete; todo el sábado por la tarde y el domingo en la mañana se puede visitar” dijo el padre David.