Área de Chicago

Taller de José nos recuerda la importancia de escuchar y acompañar al migrante

Por Redacción Católico
miércoles, agosto 28, 2024

En esta imagen de 2019, Julián Zuzarte habla con una cliente en Taller de José. Foto: Karen Callaway/Católico

Ayudar a entender las citas médicas o los trámites burocráticos, presentarse a corte o buscar servicios médicos, saber a dónde hay que ir, donde tomar el tren (incluso cómo usar el transporte público) ayudar a navegar ese sistema; en resumen: acompañar a la gente y a veces, simplemente escucharla, esta es la tarea que realiza Taller de José.

“Muchas personas no hablan el idioma” dijo Dayana Huerta, “no saben llegar a sus citas médicas, a sus cortes, a la estación de policía, o no saben usar el transporte público”.

Huerta es enlace comunitario y compañera (como se les llama a sus agentes) en Taller de José, una organización de acompañamiento fundada por las hermanas de la congregación de San José que tiene su base en La Villita (2831 W 24th Blvd.)

“Muchos de los clientes que tenemos son hispanohablantes y son emigrantes” dijo Huerta en conversación con Alejandro Castillo para el programa La hora católica: Misa y más.  “De hecho” agregó Huerta, “muchos de los casos que vemos son personas que no tienen alguien que los escuche y que se tome el tiempo de entender verdaderamente cuál es la situación, cuáles son sus frustraciones. Y nosotros queremos ser ese puente entre las personas y los recursos que ya existen en la ciudad”.

En este sentido, Huerta agregó que la meta de Taller de José no es crear recursos nuevos, “porque sabemos que ya existen; lo que estamos tratando de tumbar son las barreras”.

La importancia de escuchar

“A todos nos gusta y nos hace sentir bien que alguien nos escuche” dijo Huerta al hablar de la importancia de este apoyo. “Creo que en la comunidad hispana específicamente nos guardamos muchos sentimientos y nos guardamos nuestras frustraciones”.

Esta es una de las barreras que enfrentan los migrantes, especialmente los recién llegados, pero también aquellos que tienen ya mucho tiempo aquí. “Muchos de nuestros clientes vienen a la oficina frustrados, cansados, porque van a diferentes lugares a pedir ayuda y no los escuchan. Existen los recursos, pero el simple hecho de que cuando entran a los edificios no se sienten que les están dando la bienvenida, no sienten que alguien se esté tomando el tiempo para enfocarse en ellos para preguntarles cómo se sienten, qué tal su día”.

Escuchar es una de las prioridades del Taller de José y esa confianza, la capacidad de sentirse identificados, es la razón por la que la gente sigue llegando a sus oficinas. “Se sienten conectados, como cuando van a su parroquia” dijo Huerta.

“Yo, de hecho, soy la hija mayor de un hogar con padre migrantes y me identifico mucho con los clientes que no saben la lengua, no se pueden comunicar con su doctor, entonces, yo crecí siendo una compañera para mis papás” dijo Huerta.

El acompañamiento

Huerta relató que una de las primeras clientas que tuvo cuando empezó en el Taller de José necesitaba acompañamiento para sus citas médicas. “Ella sabía llegar, pero le daba miedo hablar con un doctor, tenía miedo de que nadie la atendiera” explicó Huerta, “le daba miedo que se burlaran de ella o que no la trataran bien”.

Huerta se mantuvo siempre al tanto de la agenda médica de esta persona. “Un día me dijo, ‘¿sabes qué, Dayana?, creo que yo voy sola’. Le pregunté si estaba segura. Me dijo que sí, ‘me has acompañado bastante, yo ya me siento cómoda. Quiero que uses el horario que usas para mis citas para ayudar a alguien más que necesite ayuda’”.

Huerta dice que la señora sabe que le puede marcar al teléfono si está con su doctor y necesita un intérprete. “A la vez me sentí un poco triste porque a mí me gusta acompañarla. Ella me ha acompañado a mí tanto como yo a ella. Ha sido muy bonito formar una relación entre compañera y clienta. La quiero mucho y ella me dice que me quiere mucho a mí, entonces ya es como una amiga para mí”.

Para el personal del Taller de José, llamados compañeras o compañeros es difícil a veces mantener sus propios sentimientos aparte del caso y ser profesional, considera Huerta. “Porque muchos de los casos en que el cliente está sufriendo son cosas con las que nosotros nos podemos identificar, que nuestras propias familias han sufrido. Entonces, es difícil escuchar a alguien que ha tenido una muerte en la familia, que está perdiendo su hogar, que sufre de violencia doméstica, y es difícil no llevarte eso a la casa, al final del día. A veces nos quedamos en nuestras casas pensando, ¿qué le estará pasando a esta persona ahorita?”

“El trabajo de acompañamiento es muy bonito. Pero también es difícil cuando estás interpretando en una cita médica y le tienes que decir a una persona que acaba de fallecer alguien. O alguien ha recibido una carta diciendo que va a perder su hogar y tú le tienes que dar esa noticia. Yo admiro mucho a mis compañeras de trabajo, muchos sentimientos difíciles se revuelven cuando estás escuchando casos cinco días a la semana.”

Yo personalmente uso mucho la oración. Soy católica y me identifiqué desde el inicio con la misión de Taller de José por esa razón, entonces para mí hacer oración, estar constantemente en oración me ayuda mucho.

Hemos tenido un gran número de personas que acaban de llegar de Texas o de California, que vienen de su país de origen. Ha sido mucho trabajo, hemos hecho un gran esfuerzo en Taller de José para buscarles vivienda, recursos, ayudarles a conseguir comida, ropa para sus niños. El número de personas recién llegadas a la ciudad ha crecido mucho. Hemos hecho muchos acompañamientos a la Corte de Inmigración, esta área de acompañamiento sí ha crecido bastante.

Colaboramos con casi 200 organizaciones en la ciudad de Chicago. Allí se incluyen recursos médicos, organizaciones que ayudan a la gente a solicitar Medicaid, Medicare. También trabajamos con organizaciones de ayuda legal, ayudamos con solicitudes de apoyo a menores, etcétera.

Ahora estamos buscando agregar estudiantes de universidad a nuestro equipo. Tenemos cinco personas de tiempo completo y la otra parte de nuestro equipo son estudiantes de universidad, de casi cualquier área que les requiera hacer una pasantía, un periodo de servicio a la comunidad. Nosotros tomamos a los estudiantes y les ofrecemos el espacio para que trabajen con los clientes, tomen experiencia de trabajo, para que puedan ponerlo en su currículum de la universidad. También buscamos voluntarios, siempre hay algo qué hacer. Nosotros ofrecemos el entrenamiento si algún voluntario quiere trabajar con nosotros unas horas a la semana atendiendo clientes, traduciendo documentos, dándole la bienvenida a alguien, siempre hay algo qué hacer. Pueden informarse en nuestra página de Facebook y en Instagram, estamos como “Taller de José”.

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