Área de Chicago

Misas en las entradas para automóviles ofrecen oportunidades para evangelizar en Tinley Park

Por Joyce Duriga
lunes, agosto 5, 2024

El padre Villaverde oficia la misa desde la cochera de un feligrés el 12 de julio en Tinley Park. Foto: Karen Callaway/Católico

En la mañana calurosa y soleada del 13 de julio, alrededor de una docena de personas de la parroquia St. Julie Billiart en Tinley Park se reunieron en la entrada para automóviles de la casa de un feligrés para una misa. Es parte de un esfuerzo, ahora en su tercer año, en el cual los feligreses presentan misas en sus entradas para automóviles cada sábado desde junio hasta agosto como una herramienta para la evangelización.

Cada semana, el anfitrión es un feligrés diferente y los asistentes traen sus propias sillas de jardín. Todo lo que las familias anfitrionas tienen que proporcionar es una mesa para que sirva como altar.

La asistencia promedio es entre 20 y 30 personas, dijo el padre Tirso Villaverde, párroco de St. Julie Billiart.

Las misas están dedicadas a María. Una pequeña estatua de la Santísima Madre viaja a cada hogar, y las familias anfitrionas conservan la estatua durante la semana siguiente a su misa y oran por sus propias intenciones y las de la parroquia. Luego, los anfitriones llevan la estatua a la misa de la siguiente semana o la entregan en la parroquia.

Las misas en las entradas para automóviles fueron inspiradas, en parte, por el tiempo de Villaverde en el seminario, cuando servía a la parroquia Sta. Inés de Bohemia en La Villita, que tiene una larga tradición de misas en las calles en el verano presentadas por los feligreses. También le inspiró la participación de los feligreses durante una procesión al aire libre del Viacrucis del Viernes Santo.

Villaverde comenzó esa devoción hace tres años, y ha tenido a 100 personas caminando hasta las casas de los feligreses, y cada casa actúa como una estación.

Algunas personas que pasaban manejando se detuvieron, otras miraron desde sus ventanillas para ver qué pasaba y otras más se hicieron la señal de la cruz, dijo Villaverde.

“Algunas de hecho se unieron durante la misma”, mencionó. “Por eso tuve la idea, ‘¿Por qué no hacemos esto durante el verano y celebramos misas en las entradas para automóviles de las personas?’. Es visible”.

Tener servicios en la comunidad es una manera de que los feligreses evangelicen, dijo Villaverde.

“Aunque puedan pensar que no están haciendo mucho, este es un esfuerzo porque están llevando su fe afuera y siendo visibles”, mencionó.

Incluso en la calurosa mañana del 13 de julio, un camión de jardinería que circulaba por la calle suburbana desaceleró frente a la casa claramente para observar qué estaba pasando, señaló Villaverde.

“No sé qué estaba pasando por la mente del conductor”, dijo. “Espero que esto encienda la chispa en las personas; ya sea que vayan a St. Julie o no, ese no es el punto, sino hacerlas pensar: ‘No he profesado mi fe desde hace tiempo así que quizás debería volver a visitarla’. Esa es toda la oración”.

Mary Murphy fue anfitriona de la misa del 13 de julio y ha sido anfitriona de una misa cada año.

“Es un gran honor”, dijo Murphy. “Nunca había hecho esto antes y es realmente bueno que él esté haciendo esto. Yo he estado en St. Julie desde el comienzo”.

Sherry Murillo también es feligresa desde hace mucho tiempo y asiste con frecuencia a las misas en las entradas para automóviles.

“Es agradable salir temprano un sábado por la mañana y estar con Jesús”, dijo. “No hay nada igual”.

Es una buena oportunidad para conocer a otros feligreses y formar nuevas amistades, agregó.

Ron Daly ha comenzado a asistir a la misa diaria y ora más a medida que se ha hecho mayor e incluye en su rutina las misas en las entradas para automóviles.

“Intento ir a misa todos los días, y este es el único lugar donde tenemos misa los sábados”, dijo Daly. “Además, necesito toda la ayuda que pueda para acercarme más a Dios”.

Paul Laspesa también ha asistido a St. Julie “antes de que fuera St. Julie”, está involucrado en varios ministerios de la parroquia y fue anfitrión de una misa en agosto.

“Es grandioso porque algunas personas pueden venir y ver esto y decir: ‘Oye, no he ido a la iglesia en mucho tiempo’ y las activa”, dijo. “En verdad es bueno hacerlo”.

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