Brian Walczak enseña a sus hijos Mae, Leo, Sam y Evie cómo usar un martillo durante la construcción que tuvo lugar los días 21 y 22 de junio. La familia Walczak, incluyendo la mamá Marie, son parroquianos de Incarnation/St.Terrance. Fotos: Karen Callaway/Católico
Energía, tiempo y talento es lo que los voluntarios de siete parroquias de la Vicaría V traen al proyecto Habitat for Humanity, que busca llevar vivienda a aquellos que la necesitan. Más de 200 voluntarios de siete parroquias de los suburbios del suroeste se reunieron el 21 y 22 de junio en la parroquia Incarnation/St. Terrence en Alsip a fin de construir paneles para dos casas, las cuales beneficiarán el capítulo de Habitat for Humanity en Benton Harbor, Michigan. Las siete parroquias han trabajado en colaboración para recaudar más de $20,000 en donaciones para el proyecto de vivienda. Los voluntarios de estas parroquias se han estado reuniendo por cinco años para crear las estructuras que se envían a Habitat for Humanity, que las completa. “Me siento muy bendecido de estar aquí” dijo el diácono John Sobol, de la iglesia de Sta. Isabel Seton al programa La hora católica: Misa y más, “este es el quinto año en que hemos tenido la construcción de viviendas con nuestras parroquias agrupadas, y es grandioso expandirse más allá de los límites de Orland y Tinley y ser acogidos por la parroquia Incarnation St. Terrance”. Para el diácono, esta es una oportunidad de servicio para poner en acción las enseñanzas del Evangelio. “Y qué gran oportunidad de servicio” dijo. “Servicio en el sentido en que estamos sirviendo a aquellos que están desatendidos y en necesidad. La vivienda es una gran parte de nuestras vidas, especialmente en un día como hoy, que va a estar caluroso y húmedo”. Esto, dijo el diácono Sobol, es una ayuda inmensa, dado que el calor se vuelve más peligroso aun para gente sin un techo. Este esfuerzo es una gran ayuda “para aquellos que quizá no tengan eso que nosotros damos por sentado y que ellos podrían considerar un lujo: el entrar en una casa agradable y fresca, con aire acondicionado” agregó el diácono. “Por lo tanto” continuó, “estos paneles que construimos -y hemos hecho esto durante cinco años en distintas parroquias- para nuestra agrupación realmente ha sido, creo, una experiencia de humildad hacia todos nosotros, que estamos involucrados en ayudar a aquellos que quizá nunca veamos, pero sabemos que estamos ayudando al pueblo de Dios, que Jesús nos ha enseñado a ayudar a través de su evangelio”. Construir esperanza Por su parte, la señora Maryola Ward, líder de Hospitalidad en esta agrupación, dijo que son muy conscientes de la enorme necesidad de vivienda que existe en la población. “Nos hemos comprometido con un programa a través de CrossRoads Mission que se llama Help Build Hope” dijo Ward. “Nuestro grupo de parroquias proporciona la estructura para dos casas y Habitat for Hummanity las completa”. La señora Ward explicó el proceso: “Somos siete parroquias, cada una tiene representantes y empezamos a organizar el evento en enero. Construimos aproximadamente cien paneles de pared para dos casas, y este año se van a mandar por camión a Benton Harbor, Michigan, donde se completarán las casas”. Explicó la señora Ward que las familias que necesitan las viviendas presentan las solicitudes a Habitat for Hummanity local. “Esta es verdaderamente una bendición de Dios, que tiene a los voluntarios que dan de su tiempo, dones y talentos, con el fin de ayudar a las familias que tanto necesitan un hogar” dijo. St. George fue el primero en 2019 y yo me uní en el puesto de Hospitalidad en 2021. Para más información, visite la página web. Este proyecto es una oportunidad para que las familias de su iglesia se unan a una buena causa y ayuden a las familias que necesitan un hogar. “Nos reunimos todos los años y lo planificamos” dijo Matt Vieck, líder del comité de Planificación, quien explicó que compran la madera con donaciones de los feligreses de las siete parroquias. “Creo que la integración de los voluntarios para estar aquí es simplemente fenomenal” agregó por su parte el diácono John Sobol. “De nuevo, creo que en verdad se extiende fuera de nuestras parroquias que conocemos, también es esa unidad dentro de la red de la comunidad que seguimos construyendo y eso es parte de lo que se trata, es construcción de comunidad, y obviamente con el objetivo principal de ayudar a los necesitados, pero desde la perspectiva de los talentos que Dios ha dado a aquellos con experiencia en la carpintería, en la construcción de vivienda o aquellos que son principiantes pero que quieren servir y están dispuestos a abrir corazón y mente a nuevos dones”. “Básicamente”, dijo el diácono, “es la unidad de uno con el otro para ayudar al necesitado”.