Área de Chicago

Dios es clave para la longevidad, dice Paquita, a sus 107 años

Por Joyce Duriga
lunes, julio 8, 2024

La Sra. Morales baila durante su fiesta de cumpleaños. Foto: Karen Callaway/Católico

En la soleada tarde del 4 de junio, Francisca “Paquita” Morales llevó a visitantes a ver el huerto en cajas donde ella cultiva frijoles, cilantro, pimientos, y otros vegetales en la Plaza Tanio de la Corporación de Desarrollo de Vivienda Hispana (Hispanic Housing Development Corporation) en Humboldt Park. Ataviada con un vestido de flores de color rosa satinado y con las uñas de las manos y los pies recién pintadas de rosa, condujo después a los visitantes a un patio donde le gusta pasar tiempo orando durante del día.

Morales descartó su bastón de flores color rosa y blanco y comenzó a bailar y cantar. Aunque esto puede parecer una actividad habitual para muchos en la tercera edad, a Morales le faltaba solo dos días para cumplir 107 años.

Morales, quien es considerada la residente de más edad de Chicago, es una católica llena de fe que nació en una granja en Puerto Rico el 6 de junio de 1917, la segunda de 11 hijos. Dos de sus hermanos todavía están vivos.

Se mudó a Chicago hace 54 años para vivir con sus hijas.  Tiene cinco hijos, 13 nietos y 40 bisnietos, muchos de los cuales asistieron a su fiesta de cumpleaños con los residentes del edificio el 7 de junio.

Hablando en español, con su hija María Vazquez como traductora, dijo: “Estoy feliz y orgullosa de que Dios me ha permitido vivir 107 años”.

Dios es la parte más importante de su vida, dijo, señalando hacia el techo y agregando que ella ora todo el día mientras camina por los pasillos y alrededor del edificio. Durante su entrevista, Morales comenzó a orar de manera espontánea varias veces.

Cuando crecía en la parte rural de Puerto Rico, la familia de Morales caminaba descalza a la iglesia hasta que llegaban a un arroyo donde se lavaban los pies y se ponían los zapatos. Usaban los zapatos para la iglesia y luego se los quitaban otra vez para caminar a casa. Esto era para conservar sus únicos zapatos de vestir.

La granja no tenía agua corriente ni electricidad, y la familia cultivaba todos los alimentos que comían.

Se casó joven y continuó trabajando en una granja. Cuando su esposo falleció y la dejó con cinco hijos  que cuidar, mudó a su familia a la ciudad de Corozal para tener mejores oportunidades de trabajo y por su educación.

María es su santa favorita y con frecuencia reza el rosario. Durante años, Morales iba caminado a la misa diaria en la cercana Iglesia St. Mark, que desde entonces cerró. Ahora asiste a la misa los fines de semana en la parroquia St. Sylvester.

Cuidar a los demás es muy importante, dijo a través de su hija. Cuando estaba en mejores condiciones físicas, a menudo visitaba a otras personas en su edificio que estaban enfermas o postradas en cama.

La clave para una vida larga es la fe en Dios, una vida sana y el ejercicio diario, mencionó. En vez de ver televisión, a Morales le gusta caminar alrededor del edificio, adentro o afuera, y, por supuesto, bailar. También hace sus estiramientos diarios.

Los niños y los adultos están demasiado apegados a sus televisores y celulares, señaló Morales cuando se le preguntó sobre los medios modernos. Ella también advierte en contra de la inactividad.

“Estar vieja y malhumorada no es bueno”, dijo a través de su hija.

“A ella no le gusta acostarse en la cama. Le gusta caminar”, dijo su hija.

Morales lamenta el hecho de que más personas no crean en Dios como lo hacían cuando ella estaba creciendo.

Esta fuerte mujer de 107 años es una inspiración para su familia, señaló Vazquez.

“Ella te muestra cómo ser fuerte, trabajando muy duro”, dijo su hija. “Ella es la piedra angular de la familia”.

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