Algunos de los migrantes que actualmente se alojan en albergues en Chicago podrían obtener permisos de trabajo acelerados con la ayuda del Proyecto Resurrección, una organización comunitaria sin fines de lucro que cuenta con varias parroquias de Chicago entre sus asociados. La organización está trabajando con la oficina del Servicio de Ciudadanía e Inmigración del gobierno federal para agilizar el proceso de solicitud de permisos de trabajo, lo que podría ayudar a los migrantes a conseguir empleo y lograr más pronto la independencia, dijo Eréndira Rendón, vicepresidenta de Justicia de Inmigrantes en el Proyecto Resurrección. “Este es un proceso más ágil y fácil para las personas”, dijo Rendón. “Los permisos de trabajo les permiten conseguir mejores empleos, potencialmente empleos con beneficios que paguen un salario digno, y protección contra el abuso en el lugar de trabajo”. La Iglesia católica ha enseñado durante mucho tiempo que el trabajo es importante para la dignidad humana, permitiendo a las personas participar en la creación de Dios. Al mismo tiempo, los derechos y la dignidad de los trabajadores deben ser protegidos, según la enseñanza social católica. El papa Francisco enfatiza esa enseñanza en “Laudato Si’: Sobre el cuidado de la casa común” y el papa Benedicto XVI escribió acerca de ello en “Caritas in Veritate” (“Caridad en la verdad”), diciendo: “Los pobres son en muchos casos el resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano, bien porque se limitan sus posibilidades (desocupación, subocupación), bien porque se devalúan ‘los derechos que fluyen del mismo, especialmente el derecho al justo salario, a la seguridad de la persona del trabajador y de su familia’” (No. 63). La importancia de ayudar a los migrantes a acceder a los mercados laborales legales se volvió aún más importante después de que la ciudad de Chicago anunció que comenzaría a notificar a los migrantes que tienen 60 días para salir de los refugios de la ciudad, comenzando con los migrantes que han estado aquí por más tiempo, en diciembre. Según un comunicado de prensa del 17 de noviembre, la ciudad está combinando las notificaciones de salida con esfuerzos redoblados para reunir a los migrantes con familiares o patrocinadores en el área de Chicago y a lo largo del país, y para ayudar a los migrantes a reasentarse en sus propios apartamentos. El esfuerzo de reasentamiento está siendo dirigido por Caridades Católicas, que tiene experiencia en el área de reasentamiento de refugiados, dijo Rendón. Los migrantes elegibles para los permisos acelerados son aquellos que llegaron antes del 31 de julio y que han solicitado asilo o pertenecen a uno de los varios grupos a los que se les ha otorgado permiso para vivir temporalmente en Estados Unidos, dijo Rendón. Esos grupos generalmente incluyen a personas que han venido a Estados Unidos de Ucrania, Afganistán, Venezuela, Nicaragua, Cuba y Haití. Rendón dijo que USCIS estima que aproximadamente 11,000 de los más de 20,000 migrantes que han llegado a Chicago serán eligibles para los permisos de trabajo acelerados. El Proyecto Resurrección ha creado materiales que explican el proceso y capacitó a personal en los refugios para ayudar a los migrantes a comprender si son elegibles y qué documentos necesitan, dijo Rendón. Si bien la organización provee ayuda legal como uno de sus servicios, también está coordinando a personas de aproximadamente otras 20 organizaciones para ayudar a dotar de personal a los talleres, añadió. Luego, una vez que los participantes potenciales han sido evaluados en los refugios, aquellos que puedan ser elegibles son llevados en autobús a un lugar no revelado donde voluntarios de asistencia legal los ayudan a llenar las solicitudes. Personal de USCIS está disponible para aceptar las solicitudes y dar a los solicitantes un recibo, algo que puede llevar un mes siguiendo los canales habituales, y para captar las huellas digitales y fotografiar a los solicitantes, eliminando otra posible demora. El Proyecto Resurrección dijo que se les ha dicho que aquellas personas cuyas solicitudes sean aprobadas, pueden recibir sus permisos en uno a dos meses. Es demasiado pronto para que el proceso, que comenzó a principios de noviembre, haya resultado en permisos de trabajo reales para alguien, dijo Rendón. En un día reciente, 163 de los 215 migrantes que asistieron al taller pudieron completar el proceso, y eso es similar a los números que el taller ha estado viendo en la mayoría de los días que está abierto. Rendón dijo que el Proyecto Resurrección continuará abogando por más vías para que los inmigrantes indocumentados obtengan permisos de trabajo para también proteger su dignidad. “Es algo por lo que el Proyecto Resurrección siempre ha abogado”, dijo, señalando que los trabajadores de la economía sumergida tienen más probabilidades de recibir menos del salario mínimo y de ser víctimas de abuso y robo de salarios por parte de sus empleadores. “Esas son las condiciones bajo las que los indocumentados han estado trabajando durante muchos años”.