Para el padre Néstor Sáenz coordinar y encargarse de la renovación de una parroquia no es algo nuevo. Lo hizo en 2017, cuando lideró a su feligresía de Nuestra Señora de Fátima en una renovación completa e intensiva que costó casi un millón de dólares.

La tarea fue enorme, la campaña de financiación llevó varios años, y aunque parte de la renovación fue hecha por una compañía profesional, gran parte de las tareas las realizaron los feligreses mismos, para evitar costos más altos.

En 2019 la parroquia San Pancracio se unificó con la iglesia de Fátima, como parte del proceso Renueva mi Iglesia, por lo que el padre Néstor se vio al frente de ambas parroquias. San Pancracio es una iglesia ya centenaria con problemas urgentes en su estructura. Por ello, el padre Néstor se ve en una situación similar: colectar fondos, levantar el entusiasmo de los feligreses y reclutarlos para ayudar en las obras.

La tarea requiere un espíritu incansable, pero el padre la ha emprendido sin reservas.

“En 2019 se comenzó un trabajo fuerte, lo que era entrar con la comunidad, atenderla, estar con ellos” dijo el padre Néstor en conversación con Alejandro Castillo, director de Comunicaciones en español de la Arquidiócesis de Chicago.

“Allí se hizo la restauración de la rectoría, la escuela, el convento, y ahora estamos restaurando el templo de San Pancracio”.

En esa conversación, el padre Néstor dijo que ya desde la campaña anterior, para restaurar la parroquia de Fátima, el padre no estaba del todo seguro de poder juntar fondos.

“Como ustedes saben estoy en el sur” dijo el padre, “en el sur (de la ciudad) hay una comunidad completamente inmigrante, donde muchas veces se piensa y se dice, ‘¿seremos capaces de juntar el dinero?’ y durante casi dos meses fui haciendo tomar conciencia a la comunidad de Fátima, en 2015. Después lancé la campaña. En Fátima se logró completamente, fue un éxito”.

Ahora que se vio en una situación similar con San Pancracio (4025 S. Sacramento Ave.), el padre se dio cuenta de que tenía que volver a comenzar el proceso.

“En 2019, cuando empecé el trabajo con San Pancracio pasó lo mismo” dijo, “empecé la obra, pero como vino la pandemia, prácticamente, como que se detuvo el trabajo. Gracias a Dios, el año pasado, en agosto de 2022, nuevamente me propuse hacer lo mismo que hice en Fátima. Durante casi un mes, en cada misa dominical empecé a hablar sobre la posible campaña parroquial, por familias o en forma personal.”

Lo anterior lo comentó el padre en el programa “La hora católica”. El padre Néstor hizo referencia a la intensa labor de información que tuvo que hacer entre los feligreses: “Después de un mes de explicar toda esta campaña hice referencia en San Pancracio a cómo había sido en Fátima, y cómo la gente había respondido. En septiembre fijé un domingo y en cada misa, ya sea en Fátima o San Pancracio, lancé la campaña y la gente respondió. Y al responder, cuando recogí esas promesas -porque fueron promesas, que la gente se comprometía durante diez meses a participar en esta campaña- el monto en promesas era de $100.600. Cuando uno ve esa cifra dice, ‘es imposible juntarla’. Estamos ya en el décimo mes desde que comenzó la campaña, a pesar de que la gente al comienzo tuvo un poco de desconfianza. Hemos llegado hasta este momento, la comunidad parroquial de Fátima y San Pancracio ha alcanzado el monto, ya ahorrado en el banco, de $98. 613. Nos faltan ahora $1,987, que prácticamente, creo que llegaremos a la meta”.

Significado de un centenario

Los parroquianos de San Pancracio están especialmente entusiasmados porque, además, en 2024 se celebran los cien años de su iglesia.

“Celebrar un centenario es volver atrás” reflexionó el padre Néstor, “¿por qué esa iglesia existe? ¿Cuál fue el motivo de esa comunidad?”

El padre dijo que en la actualidad su feligresía es 98% hispana. “Muchas veces les he explicado, ‘está en nuestras manos que esta comunidad siga adelante’. Cuando hablo de esto, yo recurro hacia atrás, ¿quiénes la fundaron? ¿cómo estas personas en la antigüedad dieron su vida, su tiempo en ambas comunidades? Cuando hablo de Fátima, yo hablo de la comunidad franco-canadiense, que fundó esta iglesia hace más de cien años. Cómo llegaron de Canadá al barrio de Brighton Park y fundaron esta iglesia donde la devoción a Sta. Ana fue muy fuerte”.

“Hablar en San Pancracio es hablar de los emigrantes polacos” abundó el párroco. “La comunidad polaca se radicó en esa zona del sur, de Brighton Park, familias católicas que llegaban de Polonia a esta parte de la ciudad, gente muy trabajadora, con una fe muy fuerte, siempre pensando en el lugar de culto, donde realizaban bautizos, bodas, funerales; eso marca a la familia, marca a la comunidad. Esto mismo le digo a la comunidad de ahora: hemos heredado estas iglesias, donde también ustedes celebran las primeras comuniones de sus hijos, XV años, matrimonios; entonces, es necesario que estos templos estén cuidados, que sepamos que hemos recibido esta herencia y que hay que cuidarla. Eso me motiva a mí a trabajar por la comunidad y que la gente que antes pasó por ahí se dé cuenta de que los hispanos somos capaces de llevar adelante esta comunidad, que no hemos dejado que se hunda, o se cierre”.

Si usted quiere ayudar económicamente, o con trabajo a la parroquia de San Pancracio, por favor llame a la parroquia: (773) 523 5666. Allí pueden dejar su nombre, el de su familia, para que ellos puedan contactarlos y saber cómo se hace su contribución.