Área de Chicago

Caridades Católicas se moviliza para ayudar a los migrantes traídos desde la frontera

Por Michelle Martin
martes, septiembre 27, 2022

Caridades Católicas se moviliza para ayudar a los migrantes traídos desde de la frontera

Cuando los primeros dos autobuses llenos de migrantes enviados desde Texas llegaron afuera de Union Station la noche del 31 de agosto, un consorcio de proveedores de servicios públicos y sin fines de lucro entró en acción.
Un niño transportado desde Texas espera a que lo lleven a un lugar seguro en Washington, el 17 de septiembre. Foto: Marat Sadana, Reuters/CNS
Jorge Esteves y su esposa Catherine Ariza ayudan a su hijo de 4 años, Emilio, a calzarse uno de los pares de zapatos donados en la parroquia de San Pedro en Capitol Hill, en Washington el 5 de agosto. Esta familia colombiana está entre los 27 migrantes que llegaron en un autobús procedente de Arizona. Foto: Andrew Biraj, Catholic Standard/CNS
Migrantes detenidos por agentes de la patrulla fronteriza en El Paso, Texas, el 14 de septiembre de 2022. Foto: Jose Luis Gonzalez, Reuters/CNS
Migrantes, sobre todo de Venezuela, caminan después de ser detenidos por agentes de la patrulla fronteriza en El Paso, Texas, el 14 de septiembre de 2022. Foto: Jose Luis Gonzalez, Reuters/CNS
Un migrante se asoma de un autobús en Martha's Vineyard, Mass., el 14 de septiembre. Foto: Ray Ewing, Vineyard Gazette via Reuters/CNS
Un bebé de 1 mes es llevado a un vehículo para transportarlo a un lugar seguro en Washington, el 17 de septiembre, cuando un grupo de migrantes de un centro de detención en Texas fue conducido en autobús al Observatorio Naval, la residencia oficial de la vicepresidenta Kamala Harris. Foto: Marat Sadana, Reuters/CNS

Cuando los primeros dos autobuses llenos de migrantes enviados desde Texas llegaron afuera de Union Station la noche del 31 de agosto, un consorcio de proveedores de servicios públicos y sin fines de lucro entró en acción.

A los grupos se les había informado que el gobernador de Texas, Greg Abbott, –quien anteriormente este año envío a miles de migrantes desde su estado a Nueva York y Washington, D.C.– , enviaría personas a Chicago, pero no recibieron notificación oficial de cuándo las personas llegarían, cuántas venían o qué necesidades especiales podrían tener, dijo Marie Jochum, directora senior de proyectos especiales de Caridades Católicas de la Arquidiócesis de Chicago.

Caridades Católicas está entre los grupos que asisten a los migrantes, entre los que hay solicitantes de asilo. “Creo que supimos la noche anterior que ellos venían”, señaló Jochum, añadiendo que la información llegó a través de canales no oficiales.

Para el 11 de septiembre, más autobuses habían llegado, y los migrantes que habían llegado los estaban alojando no solamente en refugios de Chicago sino también (especialmente las familias con niños pequeños) en hoteles de los suburbios.

Los pasajeros de los primeros autobuses procedían de Venezuela, e incluían familias con niños pequeños y bebés y hombres solteros. A medida que llegaron más autobuses, también llegaron migrantes de Cuba y Nicaragua, junto con más de Venezuela. Hay aproximadamente seis millones de venezolanos refugiados y migrantes alrededor del mundo, según la Organización de las Naciones Unidas para los refugiados.

Funcionarios de la ciudad de Chicago, líderes de organizaciones sin fines de lucro y líderes religiosos se comprometieron a ayudar a los migrantes, quienes pasaron por la admisión en la frontera y pueden permanecer en Estados Unidos mientras sus casos son procesados. Pero ellos protestaron las acciones de Abbott, quien dijo en una declaración que eran necesarias porque la administración liderada por el presidente Joe Biden, un demócrata, no está haciendo lo suficiente para detener el flujo de migrantes y los pueblos de la frontera están “rebasados”. Abbott es republicano.

“Tratar a los hijos de Dios como peones políticos es impropio de cualquier funcionario electo, especialmente cuando se trata de personas marginadas y que sufren”, dijo el cardenal Cupich en una declaración el 2 de septiembre. “La Arquidiócesis de Chicago se une a los líderes municipales y religiosos locales que se han comprometido a apoyar a estos recién llegados que buscan una vida mejor y más segura”.

Una vez que llegaron los autobuses, los migrantes fueron trasladados a un refugio donde podían recibir una comida caliente,  ducharse y dormir durante la noche, y al día siguiente fueron llevados a un centro de admisión donde recibieron exámenes de salud y ayuda para determinar sus próximos pasos.

“Los cristianos estamos llamados a acoger al extranjero, al migrante, al refugiado, porque también ellos son hijos de Dios, todos nosotros miembros de la misma familia, la familia humana”, menciona la declaración del cardenal. “Al fin y al cabo, el propio Jesús fue un refugiado, ya que María y José se vieron obligados a huir de su tierra natal porque se había vuelto demasiado peligrosa. Cuando los cristianos elegimos ayudar a nuestros hermanos inmigrantes, estamos haciendo lo que Jesús enseñó: estamos eligiendo ver en ellos a la Sagrada Familia, que sólo quería vivir. Elegimos la vida”.

Jochum dijo que muchas parroquias y personas se han comunicado con Caridades Católicas para ver cómo pueden ayudar. Todas las donaciones y los voluntarios están siendo autorizados a través de la ciudad de Chicago, que ha publicado una lista de artículos que se necesitan en  chicago.gov/city/en/sites/texas-new-arrivals/home.html.

Los migrantes que llegaron a Chicago estaban agradecidos por la ayuda que recibieron, dijo Jochum. “Muchos de ellos dijeron que esta fue la mayor bienvenida que recibieron de cualquier ciudad desde que dejaron Venezuela”, dijo Jochum.

Ella habló con una mujer que caminó desde Venezuela a través de los países de Centroamérica y México con su esposo e hija de 17 meses, y está embarazada y espera dar a luz en cuestión de semanas.

La mayoría de las personas han estado viajando durante más de un mes, hasta que llegaron a la frontera de Estados Unidos, principalmente a pie.

Ese fue el caso para dos hermanos con quienes el padre Wayne Watts habló cuando visitó el centro de admisiones el 6 de septiembre. Watts, párroco de Sts. Joseph and Francis Xavier en  Wilmette y administrador asociado de Caridades Católicas, dijo que los jóvenes no sabían por cuánto tiempo caminaron desde Venezuela a la frontera de Estados Unidos. Ellos esperaban conectarse con un conocido de la familia en los suburbios de Chicago.

Jochum dijo que nada de lo que hace Caridades Católicas y las otras organizaciones que están ayudando, incluyendo Salvation Army, el Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes, el Proyecto Resurrección, la Coalición para los Derechos de Inmigrantes y Refugiados de Illinois, entre otros, y varias agencias gubernamentales, es nuevo al trabajo.

Caridades Católicas, que está brindando servicios de gestión de casos para individuos y familias, tiene un programa de reasentamiento de refugiados de larga data, trabajando con personas que vienen a Estados Unidos con estatus de refugiado, dijo. Esos refugiados tienen más recursos del gobierno federal cuando llegan, pero ellos tienen necesidades similares.

“Aquí lo importante es que la dignidad de estas personas debe ser elevada”, señaló. “Ellos no están indefensos, y no son peones en un juego. Esta es una oportunidad para dar la bienvenida a nuestros hermanos y hermanas”.

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