Área de Chicago

Declaración del cardenal Cupich sobre el tiroteo masivo el 4 de julio en Highland Park

Por Cardenal Blase J. Cupich
martes, julio 5, 2022

Triciclo cerca de la escena del tiroteo masivo en Highland Park, Il, el 4 de julio de 2022. Foto: Max Herman, Reuters/CNS

He estado viendo las noticias con horror, ya que por lo menos 6 personas están muertas y muchas más están heridas después de que un pistolero abriera fuego mientras las familias asistían a un desfile del Día de la Independencia en Highland Park. Lo que debió ser una celebración pacífica de la fundación de nuestra nación terminó en una tragedia indescriptible.

Por favor acompáñenme en oración por las víctimas y sus seres queridos, quienes nunca imaginaron que una celebración del 4 de Julio podría convertirse en un terreno de muerte. Oren también por el personal de los servicios de emergencia que buscaron a la persona responsable de esta tragedia. Ellos valientemente corrieron hacia el peligro parar tratar a las víctimas y para proteger a otros de daños.

El desfile, según los informes, tenía una fuerte presencia de vehículos de policías y bomberos. Sin embargo, este tirador fue capaz de herir al menos dos docenas de personas antes de detenerse, o ser detenido, y huir. Las víctimas estaban en un rango de edad desde los 8 hasta los 85 años. Las armas diseñadas para destruir rápidamente a cuerpos humanos no tienen cabida en la sociedad civil.

Apenas es julio, y este año los Estados Unidos ya está experimentando más de un tiroteo masivo al día. La policía de Chicago reportó a por lo menos 55 personas baleadas y 7 asesinadas desde el viernes. La violencia con armas es ahora la principal causa de muerte para los niños en Estados Unidos.

Como sea que uno entienda el derecho a portar armas, hay bastante espacio para el juicio prudente al interpretar la Segunda Enmienda, y para promulgar medidas de seguridad de armas serias y ampliamente populares. El senado finalmente aprobó un proyecto de ley de seguridad de armas significativo, aunque modesto, el mes pasado. Pero claramente se debe hacer más.

El derecho a portar armas no eclipsa el derecho a la vida, o el derecho de todos los estadounidenses a seguir con sus vidas, libres del temor de que puedan ser destrozados por las balas en cualquier momento. La violencia con las armas es un asunto de vida. Debemos continuar orando para que todos nuestros funcionarios, electos y no electos por igual, redoblen su compromiso a mantener a salvo a las personas que han jurado servir.

El papa Francisco escribió al pueblo del área de Chicago en 2016: “Como lo dijo el Dr. Martin Luther King Jr., la humanidad ‘debe desarrollar para todo conflicto humano un método que rechace la venganza, la agresión y la represalia. La base de dicho método es el amor’. Insto a todas las personas, especialmente a los hombres y mujeres jóvenes, a responder a las proféticas palabras del Dr. King y a saber que una cultura de no violencia no es un sueño inalcanzable, sino un camino que ha producido resultados decisivos”.

Que el Señor de la misericordia abrace con amor a aquellos que han fallecido, traiga sanación a los heridos, consuelo a sus seres queridos y valor a todos nosotros para que respondamos a esta tragedia unidos como hijos de Dios para construir un camino a la seguridad y la paz.

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