Área de Chicago

“Hoy todos somos ucranianos” dice el cardenal Cupich

Por Joyce Duriga
viernes, abril 1, 2022

El cardenal Cupich durante la liturgia en la Catedral Católica Ucraniana St. Nicholas el 27 de febrero

“Hoy todos somos ucranianos”. Eso es lo que el cardenal Cupich dijo a los fieles reunidos para la Divina Liturgia en la Catedral Católica Ucraniana St. Nicholas, en 835 N. Oakley Blvd., el 27 de febrero.

El cardenal se unió al obispo Benedict Aleksiychuk de la Eparquía de St. Nicholas de Chicago para la liturgia. La eparquía es parte de una de las más de 20 iglesias de rito oriental en comunión con la Santa Sede.

El cardenal Cupich hizo observaciones durante la liturgia y expresó su apoyo a Ucrania.

“Este es un momento muy difícil no solo para los ucranianos y el país de Ucrania, sino para el mundo entero”, dijo el cardenal Cupich.

Señaló el cardenal la contribución de los niños en la liturgia y el poder de la oración de los niños. Dijo que este momento conflictivo también se trataba de ellos.

“Este momento es una oportunidad para que todo el mundo reflexione sobre qué tipo de mundo queremos dejar a las futuras generaciones. En qué clase de mundo queremos que vivan, porque sabemos por el pasado cómo las naciones han sido subyugadas por otros poderes, cómo los derechos de las personas han sido violados”, dijo. “Es nuestro momento, en la historia de nuestro mundo, para decir: ‘Alto. No más. Queremos un mundo diferente para nuestros niños’. De eso se trata este momento”.

Ese es el por qué gran parte el mundo está levantando su voz indignada por lo que Rusia le está haciendo a Ucrania y apoya a Ucrania, señaló.

“La esperanza en el corazón de ustedes, jóvenes, es el enemigo más poderoso contra la tiranía. Nos unimos a esa esperanza y apoyamos a quienes luchan hoy por la libertad de Ucrania”.

Tanto Vasil Nazar como su esposa tienen familia viviendo en Ucrania y dice que todos están aterrados.

El tío de su esposa vive en Kyiv y huyó con sus dos hijos, que son jóvenes adultos. Cuando los hijos supieron de todas las personas que están sacrificando sus vidas para defender el país, regresaron a la ciudad capital para luchar.

“Honestamente, tengo sentimientos encontrados. Al principio es desesperación. Es como, oh, Dios mío, ¿vamos de regreso a la Unión Soviética otra vez?, porque, como sabes, la Iglesia católica ucraniana ha sido perseguida durante tantos años bajo Rusia, bajo la KGB”, dijo Nazar. “Tengo la esperanza de que Dios nos está protegiendo, de que Dios está con nosotros, porque nosotros sólo estamos protegiendo nuestra tierra”.

Él ve esperanza en los reportes desde Ucrania, como uno del 26 de febrero, cuando los medios de comunicación reportaron el nacimiento de un bebé en una estación de metro que estaba siendo usada como refugio contra las bombas.

“Una nueva generación está naciendo ahora mismo y hay tantas historias milagrosas”, mencionó.

Nazar dijo que apreció que el cardenal Cupich asistiera a la liturgia y preste su apoyo a los ucranianos.

DeAna Kozak enseña religión a estudiantes de preescolar a octavo grado en St. Nicholas Cathedral School, en 2200 W. Rice St., y dice que sus alumnos están al tanto de lo que sucede en sus países de origen o el país de sus antepasados. Algunos están enojados por eso.

“Están enojados, están heridos y están llorando. Pero también conocen la fortaleza del pueblo ucraniano”, señaló Kozak. “Y yo sigo diciendo: ‘no podemos odiar en este momento. Este no es un momento para odiar. Tienes que amar. Esto es lo que Jesús nos enseñó’”.

Kozak fue bautizada en la Iglesia católica romana y creció en la Iglesia católica ucraniana.

“Fue increíble ver al cardenal Cupich aquí”, dijo. “Eran mis dos mundos uniéndose. Fue hermoso ver esa unidad por Ucrania porque ha sido más que devastador ver a Ucrania ser crucificada delante de nuestros ojos y no hay nada que podamos hacer”.

Al igual que Nazar, Kozak habló del poder de la oración en esta guerra y los milagros que surgen del conflicto.

“Yo creo que María ha prometido a Ucrania tener libertad y vivir en libertad. Estos hombres y mujeres valientes que están juntos, para mí, alguien que tiene sangre ucraniana corriendo por sus venas, nunca he estado más orgullosa”, mencionó Kozak. “A pesar de que es devastador, como cristianos, tenemos esperanza en Dios. Y él nos está dando esa esperanza y él es el que al final tendrá la última palabra”.

El papa Francisco ha hablado repetidamente en contra de la invasión de Rusia, y pidió a toda la Iglesia rezar y ayunar por Ucrania el Miércoles de Ceniza. El 25 de febrero, rompió el protocolo y visitó la embajada rusa ante la Santa Sede en Roma para expresar su preocupación sobre la guerra en Ucrania.

La Arquidiócesis de Chicago alentó a las iglesias a tocar sus campanas al mediodía del 27 de febrero y el Miércoles de Ceniza, el 2 de marzo, en una muestra de solidaridad con Ucrania. Las parroquias, incluyendo la Catedral del Santo Nombre y Santa María del Lago, ofrecieron misas, adoración y rosarios para rezar por el fin de la guerra.

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