En imagen de 2017, Enedina Zacarías escucha a Isabel Martínez durante una reunión de La Colaborativa. Foto: Karen Callaway
Los miembros de Chicago Workers´ Collaborative (CWC) –o La Colaborativa, como muchos la identifican– conocen muy de cerca el drama que viven cientos de personas que trabajan en fábricas en esta ciudad, por eso desde su fundación en el año 2000 se han empeñado no sólo en crear conciencia de lo que sucede al respecto, sino en empoderar a estos trabajadores, para que sepan que, al margen de su estatus migratorio, tienen derecho a un recibir un trato digno y justo por parte de sus empleadores. Esta organización lucha contra la doble vulnerabilidad que experimentan estos trabajadores (mayormente latinos y afroamericanos, pero además anglosajones e incluso indios); la primera, su condición de inmigrantes indocumentados (trabajadores de planta con beneficios) y la segunda, su condición de empleados temporales, que les exime del gozo de prestaciones de ley (trabajadores que son contratados a través de agencias de empleos). Carmen Cabrera, que pertenece a esta organización desde el 2008, es una de las personas enlace entre los trabajadores que buscan apoyo y la organización. Ella ha sido testigo del dolor y de la frustración de miles de trabajadores (pondera que la organización ha apoyado a unas 70 mil personas desde sus inicios) que han sido víctimas de la discriminación y de robo de salarios. “A través de nuestras luchas hemos recuperado más de 200 mil dólares de salarios”, señala. Programas Los miembros de La Colaborativa tienen muy claro que su misión es empoderar a las personas trabajadoras. Esto lo ha hecho a través de iniciativas que van desde el teatro callejero, como herramienta para crear conciencia sobre las necesidades de las comunidades, hasta el asesoramiento y acompañamiento en asuntos legales cuando es necesario. Uno de los programas emergentes por la pandemia lo constituye Brigada Laboral, que apoya a las personas afectadas laboralmente por el Covid-19. “Durante esta pandemia organizamos una manifestación frente a una fábrica (una empacadora) en donde se obliga a las personas a ir a trabajar, aunque estén contagiados. En la fábrica que fuimos murieron tres personas por el virus”, afirma Cabrera. El programa provee el apoyo de 500 dólares a trabajadores de fábricas que han quedado sin trabajo (o que han sido afectados con el recorte de horas laborales) a causa de la actual pandemia, y que por no poseer documentos legales no son beneficiarios de los apoyos gubernamentales (auxilio federal). Rosa Montes dirige el programa Navegadores de la Comunidad, que es parte del Proyecto Resurrección. Se trata, básicamente, de conectar a los trabajadores con las instituciones que puedan apoyarles según las particularidades de sus casos. A través de este programa se ha logrado el diálogo con consulados, apoyos financieros especialmente para trámites y la ejecución de talleres de actualización sobre temas migratorios, laborales y de la mujer. En este programa, además, se dan seguimiento a los casos una vez resueltos. “Aunque hagamos reportes, estamos conscientes de que la gente no es un número. Conocemos a las personas por sus nombres y por sus casos. No son nuestros clientes”, expresa Montes, quien habla sobre el nuevo programa de informática, en el que se ofrecerá capacitación gratuita y en español a los trabajadores sobre el manejo de nuevas tecnologías durante 12 semanas (tres horas a la semana). En el Programa Legal se auxilia a las personas referidas por el programa Navegadores de la Comunidad, ya sea por medio de la realización de reportes de policía, acompañamiento a la corte o sólo asesorías. Por otra parte, en el Programa Crecimiento de Liderazgo se capacitan a los empleados en el empoderamiento y la autogestión, para que puedan empoderar a otras personas que, por desconocimiento, aún no lo han hecho. Y, a través del Programa TUA se enlazan a trabadores de planta con empleados temporales que carecen de beneficios para que puedan sindicalizarse. Para que estos proyectos logren materializarse, Chicago Workers´s Collaboratives se sostiene por el apoyo de fundaciones y proyectos como la colecta de CCHD, ¡su cooperación es muy apreciada!