Miembros del grupo "Crusaders for Life” de la parroquia St. John Cantius en Chicago, toman fotos cerca de los distintivos globos “LIFE”. Foto: Karen Callaway/Católico
Para leer este artículo en inglés, por favor haga clic aquí A pesar de los fuertes vientos, precipitación congelada y bajas temperaturas, miles participaron en la séptima Marcha por la Vida de Chicago que se celebra anualmente, y que arrancó en la Plaza Daley el 11 de enero. La marcha, con el tema “Life Empowers: Pro-Life is Pro-Woman” (La vida empodera: provida es pro-mujer), procedió hacia el este en la avenida Washington y al sur sobre la avenida Michigan, donde culminó en el Hotel Congress Plaza. Una concentración de jóvenes presentada por la Arquidiócesis de Chicago tomó lugar en el hotel antes de la marcha, junto con una exhibición de grupos provida patrocinada por WeDignify. La Misa por la Vida fue celebrada en el hotel después de la marcha, y en la noche se tuvo un banquete y fiesta con baile. El cardenal Cupich acompañó a varios oradores para hablar a las personas reunidas para la marcha. “Cuando nace un niño en el mundo es un gran regalo, no solamente para el niño sino para toda una familia, una familia que ve un legado que continúa y puede ver en los ojos de ese niño el futuro”, dijo el cardenal Cupich a los reunidos. El cardenal habló de cómo su propia familia dio la bienvenida a dos sobrinos-bisnietos en meses recientes, lo que hace 25 sobrinos-bisnietos y sobrinas-bisnietas en su familia. Esos nacimientos, y todos los niños, inspiran generosidad y esperanza para el futuro, mencionó. Esa generosidad se extiende para ayudar a todos los niños y madres. “Hoy mientras decimos que somos provida también somos pro-mujer. Tenemos que asegurarnos que las mujeres tienen los recursos que necesitan para traer ese niño al mundo. Tenemos que garantizar que tienen el cuidado de salud apropiado y todos los servicios sociales que les están ayudando a ser madres”, dijo. “Ser provida significa ser pro-madre”. Los participantes llegaron de Illinois, Indiana, Michigan, Wisconsin, Iowa y Missouri. Entre ellos estuvo Jonathan Olesen, un estudiante de segundo año de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign. Él llegó desde Batavia para el evento. Él es miembro de WeDignify, la organización anteriormente conocida como Students for Life of Illinois (Estudiantes por la Vida de Illinois), y fue una de las personas seleccionadas para llevar la pancarta de “March for Life Chicago” al comienzo de la marcha. “Soy católico romano y respeto la vida y realmente pienso que el aborto es un mal que ha llegado al país”, dijo Olesen, quien también asistió a la exhibición antes de la marcha. “No siempre estuvo en mi radar, pero realmente se hizo más evidente cuando fui a la universidad y las cosas comenzaron a surgir”. En mayo de 2019 Illinois aprobó la legislación que permite el aborto en cualquier etapa del embarazo y por cualquier razón. Esa acción ha hecho que muchos vuelvan a comprometerse a apoyar la vida en todas las etapas, incluyendo Tess Birmingham, estudiante del último año en Willows Academy, “Nos importa mucho salvar a los bebés. Estamos descontentos con la legislación en Illinois que permite abortos, que permite que este tipo de cosas suceda. Queremos marchar para apoyar la vida en cada edad y en cada etapa”, dijo Birmingham, quien asistió con Kailey Mongoven de Arlington Heights. La Marcha por la Vida nacional se ha llevado a cabo anualmente desde 1974 cerca del aniversario del 22 de enero de la decisión de Roe v. Wade de la Corte Suprema de Estados Unidos que legalizó el aborto en 1973. Se espera que decenas de miles participen en la marcha nacional el 24 de enero de este año. También asistirán grupos de la Arquidiócesis de Chicago.