Emotiva despedida al obispo Alberto Rojas

Con una víspera de oración celebrada en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en Des Plaines el 19 de enero, sacerdotes, obispos y feligreses se unieron al cardenal Cupich para despedir al obispo Alberto Rojas, quien fue nombrado obispo coadjutor de San Bernardino, en California, a donde se mudará a comienzos de febrero.

El obispo Rojas se mostró muy emocionado de que lo acompañara gente que lo conoce prácticamente desde que llegó a Chicago. “Hay una familia que está aquí presente, que me conoce desde hace 30 años que llegué a Chicago” dijo. “Desde que me ordené diácono (en San Gregorio en Grande) esta familia me invitó a comer por primera vez y todavía, cada que hay oportunidad me invitan a su casa como si fuera uno de la familia”.

“Estas son las cosas que yo quiero agradecer” continuó el obispo Rojas. “Más que una reflexión o una homilía, quiero dar las gracias, primeramente, a Dios”.

Se dirigió también a los feligreses: “Ustedes nos enseñan mucho a nosotros. Creo que lo que he aprendido como sacerdote y como obispo se lo debo a la gente”.

Haciendo alusión a la lectura del Evangelio según San Juan correspondiente a la fecha, en que éste da testimonio del bautismo de Jesús, el obispo Rojas dijo que “en el bautismo es donde comienza todo. Esta es la puerta de entrada de la gracia, y de allí sigue uno alimentándose de los demás sacramentos”.

El obispo Rojas dijo sentirse agradecido con los tres cardenales que tuvo la fortuna de conocer: el cardenal Joseph Bernardin, a quien conoció cuando era seminarista en Mundelein; después el cardenal Francis George, quien lo ordenó sacerdote y obispo y ahora el cardenal Blase Cupich.

En su función de coadjutor, el obispo Rojas se convertirá en cabeza de la diócesis de San Bernardino en cuanto se retire del obispo Gerald R. Barnes. El obispo Barnes cumplirá 75 años en junio de este año, edad en que la ley canónica ordena que se presente al papa la renuncia.