Área de Chicago

Renueva mi Iglesia: desarrollar un equipo de evangelización

Por Michelle Martin (Chicago Catholic)
lunes, julio 1, 2019

Misa en St. Albert the Great en Berwyn, en 2009. Foto: Karen Callaway/Católico

Cuando el padre Ryszard Gron, pastor de la parroquia St. William, pidió a Aida Rodríguez que fuera líder de evangelización de la parroquia, ella no estaba segura de ser la persona indicada para el trabajo.

“Al principio, pensé que él necesitaba a alguien más calificado…pensé que yo no era lo suficientemente espiritual”, dijo Rodríguez, quien ha pertenecido a St. William, en 2600 N. Sayre Ave., durante aproximadamente 10 años. Sus dos hijos mayores se graduaron de la escuela de allí; los dos más pequeños todavía están inscritos.

Los pastores mismos con frecuencia se sorprenden de a quiénes terminan pidiendo que se conviertan en líderes de evangelización, señala Elizabeth White, directora de la Oficina para Evangelización y Discipulado Misionero de la arquidiócesis. 

Es un nuevo rol que se está creado en las parroquias que han ingresado a la fase “Construyendo una nueva realidad” del proceso de Renueva mi Iglesia. Los líderes de evangelización son miembros del equipo de liderazgo central de la parroquia, el principal punto de contacto con la Oficina para Evangelización y Discipulado Misionero, y ellos están encargados de ayudar al pastor a desarrollar un plan de evangelización que ayudará a crear una cultura de evangelización en la parroquia.

Los líderes de evangelización pueden ser voluntarios o miembros del personal, mencionó White, pero cuando los pastores sugieren a personas que ya son voluntarios para todas las cosas en la parroquia —y eso es lo que la mayoría de los pastores hacen— White sugiere que lo piensen otra vez.

Lo que ellos necesitan, dijo White, es alguien que sea un discípulo misionero, que se sienta cómodo compartiendo su fe, y que pueda ayudar a crear un equipo de evangelización con miembros de todos los diferentes grupos en la parroquia, y con ese equipo, ayudar a construir una cultura de evangelización en su comunidad.

En una parroquia como St. William, con comunidades de tres idiomas y una escuela, así como también otros grupos parroquiales distintos, eso es mucha divulgación.

“Y también los jóvenes”, dijo Rodríguez, una especialista en investigación de profesión que está trabajando para completar un postgrado en trabajo social. “Queríamos garantizar que tuviéramos por lo menos a una persona representando a la juventud”.

Ella y Gron invitaron a 26 personas a una reunión inicial donde presentaron lo que haría el equipo de evangelización. Esto incluye traer la idea de la evangelización de regreso a sus propios grupos parroquiales, plantando la semilla de que todos en una parroquia son evangelizadores. Los miembros del equipo también operan el programa Alpha en la parroquia.

Alpha es un programa de 10 semanas para cualquier persona que quiera discutir y aprender más de su fe, y está diseñado para dar la bienvenida a todos, incluyendo aquellos que no tienen experiencia en la iglesia, aquellos que se han ido y a los que son miembros activos de grupos eclesiásticos.

El plan es que los equipos de evangelización parroquial operen Alpha dos veces en sus parroquias antes de pasarlo a otros feligreses.

Melissa Howlett, directora de educación religiosa y líder de evangelización en Ss. Faith, Hope and Charity en Winnetka, dijo que su equipo ha encontrado que Alpha es una experiencia rica y gratificante, pero que comenzar no fue fácil.

Howlett, una madre de la escuela que fue contratada para liderar la oficina de educación religiosa en julio de 2018 dijo que ella y su pastor identificaron aproximadamente a 20 personas como posibles miembros del equipo de evangelización, pero varios de ellos no pudieron participar en Alpha debido a otros compromisos que ya tenían.

“Pasé tiempo enseñándoles sobre Alpha, para luego descubrir que no podían ser parte del equipo, eso fue como un tropiezo”, señaló Howlett, quien pasó 13 años como fiscal estatal asistente en el condado de Cook antes de cambiar de carrera. “Me resultó difícil de vender, no habiéndolo experimentado yo misma. Es una de esas cosas que realmente no puedes conocer hasta que las haces”.

Pero una vez que Alpha comenzó, tuvo sentido, dijo. Las noches no son difíciles, ni da mucho trabajo organizar, y los feligreses están conociéndose y apreciándose unos a otros a un nivel completamente nuevo.

“Ha sido realmente grandioso”, dijo. “Todas las cosas que dicen son verdad: que es divertido, que las personas disfrutan el tiempo juntas. Debido a que lo comienzas con personas en la parroquia, hay personas que piensan, ‘Wow, estoy tan avanzado en mi fe, esto no es para mí’. Pero es una buena oportunidad de regresar y reiniciar y conectar a un nivel más emocional”.

Rodríguez dijo que St. William también terminó con un equipo central de aproximadamente ocho personas, y aproximadamente 15 personas que han estado asistiendo a las sesiones de Alpha.

“Soy muy optimista”, dijo Rodríguez. “Incluso dentro de mí misma, siento que está cambiando mi comprensión y relación con Jesucristo. Me ha abierto los ojos. Muchas personas durante las sesiones comentan sobre lo diferente que se sienten. Todo el grupo se está abriendo un poco más y confiando mutuamente”.

White dijo que su oficina sugiere buscar personas activas en la parroquia, pero no necesariamente líderes de ministerios o grupos, para servir en el equipo de evangelización. En cambio, deben ser personas hacia las cuales otras personas se sienten atraídas, personas que escuchan a los demás y hacen conexiones entre las personas.

Los miembros del equipo de evangelización deben ser personas alegres, amorosas y devotas que han encontrado a Jesús en sus vidas, dijo.

“Decimos, debe ser la persona que quisieras que se sentara al lado de tu amigo ateo más inflexible o el católico alejado más enojado en una cena de fiesta”, dijo White.

La meta, dijo Rodríguez, es expandir esa cultura de evangelización a través de toda la parroquia.

“Creo que la prueba será para las personas que han estado involucradas en la iglesia durante un largo tiempo y están acostumbradas a hacer las cosas de cierta manera”, dijo. “Esto requiere más involucramiento de la comunidad, de tal manera que todos sientan que tienen algo que contribuir y que son responsables por difundir la palabra, que la evangelización es algo para todos”.

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