Área de Chicago

Grupo de feligreses de Inmaculada Concepción viaja en misión a México

Por Ariane Moya
miércoles, mayo 29, 2019

El padre Manuel Dorantes ayuda a pintar las paredes del seminario. Foto: Ariane Moya/Católico.

 

Un grupo de 35 feligreses de la parroquia Inmaculada Concepción, en el vecindario de Brighton Park, en Chicago viajaron en misión y peregrinación a México, junto con los sacerdotes Manuel Dorantes y Miguel Venegas. La parroquia entera de Inmaculada Concepción se solidarizó con el Seminario San Rafael Arcángel, de Huajuapan de León, en Oaxaca después del sismo de 2017. Con la ayuda recibida se pudo reconstruir la mayor parte del seminario y este último viaje fue para dar por concluida dicha ayuda al seminario.

La peregrinación del grupo comenzó con una misa en la parroquia de Santiago Apóstol en Sahuayo, Michoacán. Allí se encuentran las reliquias de San José Sánchez del Río ya que es su tierra natal. Este santo es de gran importancia para la parroquia Inmaculada Concepción, ya que ellos son la primera parroquia en Estados Unidos en tener una reliquia del santo.

De allí se trasladaron a Pátzcuaro donde pudieron visitar varias parroquias antiguas y celebrar misa en la Basílica de Nuestra Señora de la Salud.  Allí los feligreses de Inmaculada Concepción ofrecieron sus intenciones y oraron por los feligreses que se quedaron en Chicago quienes a pesar de no poder asistir al viaje pusieron su granito de arena para la reconstrucción.

De allí viajaron a la Ciudad de México para recoger al padre Manuel y a Felipe González, un reconocido pintor quien haría un mural en el seminario. Ese 30 de abril viajaron desde la Ciudad de México hasta Huajuapan de León, un viaje de siete horas en autobús. Al llegar al seminario pudieron recibir un tour para ver los avances de las labores y atestiguar la manera en que las aulas y dormitorios fueron restaurados. Los sacerdotes fueron a comprar lo necesario para los siguientes días de trabajo. Este tiempo lo aprovecharon algunos jóvenes feligreses de Inmaculada Concepción para jugar voleibol y futbol con los seminaristas y conocerlos un poco más.

El 1 de mayo todos comenzaron a trabajar desde temprano, creando diferentes grupos para encargarse de diferentes secciones del edificio donde estaban las aulas del seminario. Al final del día terminaron con la sorpresa de una banda del padre Cándido Moran, rector del seminario. Los feligreses y seminaristas pudieron tener un momento de diversión bailando todos juntos y creando comunidad. Al día siguiente comenzaron un poco más temprano ya que sería el último día de los feligreses en Oaxaca y querían avanzar lo más que se pudiera. Así que después de desayunar, los feligreses de Inmaculada se dieron a la tarea de pintar uno de los dormitorios del seminario menor.

Al mediodía tomaron un pequeño descanso donde celebraron misa. Después pudieron probar algunos platillos típicos de Oaxaca. Entre ellos había un atolillo de conejo, llamado yike, y venado en barbacoa. Al terminar la comida, siguieron el trabajo mientras conversaban con los seminaristas hasta que se terminó el día. Muchos de ellos contaron sus historias de cómo llegaron al seminario y su deseo de regresar a sus comunidades en la sierra mixteca a servir como sacerdotes. Terminaron su misión compartiendo otro platillo típico de Oaxaca que son las tlayudas.

“La verdad es que nadie, ni siquiera nuestra misma gente de aquí se preocupa tanto como ustedes y son gente extranjera. Sin embargo, andaban allí con brochas y rodillos pintando” dijo Miguel Ángel Suarez, un seminarista de 15 años. “Me entraron las ganas de preguntar por qué estaba pintando esas paredes si quizás ni pase al seminario mayor. Después pensé que, si ustedes se preocupan así por nosotros, ¿por qué no me preocupo yo así?”

Este viaje sirvió como un acercamiento entre las dos comunidades.

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