Área de Chicago

Los desafíos de formar un liderazgo hispano se discutieron en taller de formación

Por Redacción Católico
martes, abril 2, 2019

En una de las mesas, la hermana Dominga (primer plano) Elisabeth Román y Jesús Deleón discuten los resultados del V Encuentro. Foto: Karen Callaway/Católico.

Alrededor de setenta asistentes, parejas diaconales, líderes laicos y catequistas provenientes de treinta parroquias se dieron cita en el taller de formación continua “Renueva mi Iglesia, V Encuentro y Formación Pastoral”, el sábado 16 de marzo en la parroquia Nuestra Señora del Monte, en Cicero.

En dicha jornada, convocada por el Instituto de Liderazgo Pastoral, se discutieron temas como el tipo de liderazgo necesario para una verdadera renovación de la iglesia y los puntos de integración entre Renueva mi Iglesia (el programa de la Arquidiócesis de Chicago para adaptarse a las nuevas realidades de la población católica) y el V Encuentro (el evento nacional celebrado en Texas en septiembre de 2018, que convocó a líderes hispanos, religiosos y laicos para debatir maneras de integración del pueblo hispano a la iglesia católica en Estados Unidos).

El taller, que tuvo lugar desde las 8:30 de la mañana hasta las tres de la tarde, comenzó con una exposición de Marco Oropeza, quien habló sobre la necesidad de formación para una renovación de la iglesia que se adapte a los tiempos que corren.

Oropeza expuso cifras contundentes que hablan de la situación actual de la iglesia. Dijo, por ejemplo, que en los últimos veinte años la asistencia a misa en la arquidiócesis de Chicago ha tenido un descenso de 30%. Otro problema que expuso fue la disponibilidad de pastores, pues el grupo más grande de sacerdotes está en la década antes de la jubilación (de 61 a 70 años). A esto se suman los problemas financieros, la urgente necesidad de fondos que muchas parroquias tienen. Lo anterior dio origen al programa Renueva mi Iglesia, la respuesta de la Arquidiócesis de Chicago a dicha situación.

Oropeza habló de las etapas del proceso de Renueva mi Iglesia, desde el discernimiento de esta realidad, en la que los parroquianos se agrupan para exponer dudas y comentarios, la etapa de transiciones en que se da soporte logístico y la etapa de apoyo a la nueva realidad.

Este no ha sido un proceso fácil, dado que implica en muchos casos consolidar parroquias y compartir recursos. Charlando con varios asistentes, algunos expresaban aún ciertas dudas, y otros consideraban que esta jornada había sido muy útil para responder sus preguntas.

En mesas de equipos la gente expresó sus dudas respecto al proceso de agrupación, y algunos comentaban que experimentaban rechazo de parte de parroquianos de iglesias anglo, que no querían agruparse con parroquias latinas. Se discutían los componentes necesarios para la formación de un liderazgo acorde a una iglesia renovada.

Formar comunidad

La hermana Dominga Zapata y Elisabeth Roman, quienes fueron coordinadoras del Encuentro a nivel arquidiocesano en Chicago, hicieron por su parte una presentación para ilustrar la relación entre Renueva mi Iglesia y V Encuentro.

“¿Qué tipo de liderazgo necesitaríamos desarrollar para caminar claramente sobre el camino de Renueva mi Iglesia?” preguntó la hermana Dominga en su intervención y procedió a dar una orientación de liderazgo.

 “Tenemos que volver a nuestras raíces” dijo la hermana Dominga “y lo primero que yo les recomiendo es que descubramos y conozcamos la metodología del liderazgo de Jesus”.

La hermana aclaró en qué consiste dicha metodología. “¿Lo primero que hizo Jesus, que fue? Formó una comunidad, la comunidad de los doce”.

Agregó que no todos los doce fueron perfectos, pero que ese pequeño grupo se multiplicó y fue creciendo.

Aclaró que Jesús se fue a trabajar con los pescadores, no a la sinagoga con los expertos, ni con los estudiosos o fieles devotos que quemaban incienso. “Él estuvo con los tristes pescadores” continuó. “Él forma comunidad, vive con ellos, los entiende, sabe sus cosas buenas, y sus cosas malas”.

La hermana dijo que el programa Renueva mi Iglesia “va demasiado despacio” en sus procesos y sus reuniones, pero que este es el ritmo adecuado, y recordó a los presentes que Jesús empezó con doce seguidores, “y se dio tiempo para formar a esos doce en líderes misioneros. No cualquier misionero, lideres misioneros”.  

Somos muchos, y somos diferentes

Durante la jornada se hizo énfasis en el llamado del papa Francisco a ser “una iglesia en salida” como un elemento en común entre Renueva mi Iglesia y el V Encuentro. “Nosotros la articulamos iglesia comunitaria” dijo la hermana Dominga.

“Todo lo que sale del proceso de Renueva mi Iglesia se hace desde nuestra realidad” dijo por su parte Elisabeth Román, presidenta del Consejo Nacional para el Ministerio Hispano. “Nosotros tenemos que regresar a nuestra parroquia, ver la realidad de esa parroquia y entonces la segunda parte de esa metodología pastoral es discernir desde la misión de Dios. ¿Qué nos dice Dios?”

Elisabeth Román fue, junto con la hermana Dominga, coordinadora del Encuentro hispano a nivel arquidiocesano en Chicago.

Román agregó que es importante discernir la realidad que se vive en las parroquias y en las casas, y desde allí planificar. “En el caso de Renueva mi Iglesia se trata de ver cómo vamos a planificar esa iglesia y esa parroquia renovada para que sea una comunidad de comunidades” dijo Román “porque somos muchos y somos diferentes”.

Jesús Deleón, director de Vitalidad Parroquial de la arquidiócesis, habló del proceso de consulta e integración. “La arquidiócesis todavía está aprendiendo” dijo, y agregó que en este momento la Iglesia no puede dejar de escuchar a los latinos.

“Todos somos responsables de Renueva mi Iglesia” agregó Deleón. “Lo que puedo decir de mi experiencia en las parroquias donde he estado, es que nos hemos asegurado de que las comunidades sean escuchadas”.

En la jornada hubo espacio para preguntas y respuestas, donde los asistentes expusieron dudas e ideas, desde la necesidad de enfatizar un enfoque juvenil que verdaderamente atraiga a los muchachos hasta la necesidad de relevo generacional, de unidad, entre otros temas.

“Fue muy interesante” dijo a Católico Juan Rosales, diácono permanente de la parroquia del Santísimo Sacramento, en McKinley Park. “Me enseñó cómo es el proceso, hasta dónde está el proceso, y lo que se espera de él”.

Rosales dijo que esto lo motiva, como diácono ordenado, a llevar la información de vuelta a su comunidad. “Que les ayude a ellos de alguna manera a mantener la esperanza de mantenernos unidos en este proceso en el que nos encontramos ahora”.

“Me parece muy interesante” dijo por su parte Juan Carlos Díaz Maravilla, de la iglesia Nuestra Señora de la Merced. Él considera importante la actualización tecnológica, “La tecnología nos ha abarcado y muchas veces, cuando pensamos en tecnologías pensamos cosas malas. Pero tenemos que aplicarla en esto de la iglesia” dijo.

Para la directora del Instituto de Liderazgo Pastoral, Nelly Lorenzo, este momento de transición presenta al Instituto un reto muy grande. “¿Después de esto qué?” se preguntó. “Porque el proceso va a continuar y nosotros vamos a tener que continuar la información también de tal manera que nos podamos integrar cada vez más en los procesos que se están llevando a cabo en la diócesis de manera intencionada, y con gente bien informada. Eso para nosotros es un reto” dijo.

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